Revista Literatura
De la absoluta nada, heme aquí, y de aquí, a las cenizas. Todo lo que se encuentre entre medio, es incierto, nada esta escrito, al menos, no lo está en piedra. La búsqueda por florecer sin ser arrasados por los vientos de quien nos ha dado vida. Saltando justo a tiempo cuando nuestros sueños de grandeza se desmoronan, corriendo antes de que el lobo nos devore.Cuidando de no derramar nuestra sangre por falsos ídolos, de no secarnos en lagrimas por falsas verdades, tratando de no mirar atrás y romper nuestras rodillas.Buscando en un mar negro el pez dorado, ese, que creía haber visto. No existe, como yo, no existe, pero esta aquí, lo he visto, me he visto, he cruzado un espejo por allí.Esquivando inútilmente paredes que se acercan, años haciéndolo, y me aplastan, me dañan, y juntos no hemos podido salir, seguridad en un abrazo, Dios y salir a jugar. A veces solo era eso, y comer, y dormir, y soñar.Cúbreme del frio, destápame pues hace calor, abrázame que tengo miedo y lloro porque las imágenes del fin del mundo están en mi cabeza y ahí anidan.
Y el perro que lame mi cara y mis manos, me pide jugar, comida luego y agua de beber, eso fue ayer y hoy y siempre, tu cabeza piensa de manera acotada, y no por eso dejas de ser mas inteligente que yo, quisiera yo haber sido más como tú. Pero te fuiste antes y no puedo tocarte ya más. No pude de ti aprender a pensar así, de forma acotada, simple y básico, nunca hundirse en penas, sentir el amor que sentías, la ausencia que sentías, no pude, no, y lloro, me ahogo en tanto llanto.Lloro porque me toca sentir este pesar, este pasar, este derretirme en el desierto, buscar lo que se fue y no volverá, y más duro aun si se fue y está detrás mío, este pensar me anuda y aprieta el corazón, me estrangula el alma que tanto nos han hecho cuidar. Para mandar algo por ahí al morir, ¿pues para que me has traído entonces?, me tienes como a un burro siguiendo una zanahoria, y me llevas al final del acantilado. ¿Te reirás luego? Perdón por mi amplio pensar, me hace esto, yo no lo he buscado, me lo has dado. Y así, en lo bello, si, veo lo obvio, pero también veo obscuridad, es dormir y despertar, siempre hay obscuridad, ya no veo lo obvio, ya no veo nada más.
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