Pensar, pensar, pensar…

Los niños preguntan constantemente a sus padres qué son las cosas y para qué sirven. Su curiosidad excede nuestra paciencia por contestar cada pregunta. Los niños tienen esa hambre de saber y conocer. A medida que crecemos perdemos un poco de esa inquietud que tienen los pequeñitos por saberlo todo. Para los niños pensar algo no es un inconveniente, sino algo interesante y lo hacen a cada momento. En contraste con los adultos que queremos evitar pensar en algo muy profundo porque nos duele la cabeza fácilmente. Nos gusta pensar solo lo necesario (lo que nos exigen) porque incluso hay temas delicados o que no hemos resuelto y no queremos ni siquiera abrir esos archivos mentales. ¿Y qué tal si pensáramos más en todo? ¿Y si tuviéramos el hábito de utilizar técnicas de pensamiento eficaz? Edward De Bono en su libro: ¨Seis Sombreros para Pensar¨ (que lo recomiendo) escribió: ¨Posiblemente, el mayor obstáculo contra el pensamiento rápido y eficaz es el ego. La gente tiene a utilizar el pensamiento para exhibir su ego. La gente no decide discutir porque sea su método favorito. Simplemente no conocen otras formas de intercambiar opiniones¨. Considero que es muy importante que todos tomemos tiempo cada día para pensar. El horario lo elige cada uno, si es más fácil por la noche cuando todo está tranquilo, hagámoslo; y los que piensen claro por la mañana…dichosos.. pues a madrugar un poco. Empecemos a poner en práctica el pensamiento eficaz, aquel que nos ayuda a valorar lo importante, a solucionar lo que está pendiente y a seguir adelante cuando no hay que detenerse. PENSAR no debería ser una tarea pesada, debería ser un deleite. Pensar cada día en lo valioso de la vida, en lo que tenemos material y no material Y POR SUPUESTO PENSAR EN LO QUE QUEREMOS LOGRAR. Si nunca hemos pensado cuáles son nuestras metas a futuro, seguro que no llegaremos. PENSAR bien las palabras antes de decirlas, PENSAR detenidamente antes de actuar. PENSAR qué tipo de personas somos y cómo queremos llegar a ser. PENSAR, PENSAR, PENSAR…en vez de estar corriendo porque vamos tarde a todas partes, mejor detengámonos a PENSAR.