Revista Diario

Pensar que dirán que no

Publicado el 20 septiembre 2014 por Rocío @catpeoplees

Pensar que dirán que no

Cuando era pequeña mis padres no nos contaban cuentos para dormir. Mi hermana y yo los escuchábamos de un cassette recopilatorio de cuentos españoles que habían comprado para nosotras. Pero no eran cuentos normales, algunos eran terroríficos: como la mano negra o Blancaflor. Esto hizo que mi relación con los miedos más lógicos sea un poco extraña: no me da miedo la oscuridad  y las películas de terror suelen darme mucho sueño, así que normalmente me quedo frita y no termino ninguna. A veces Pingüino me despierta porque a él sí le dan mucho miedo, sobre todo si hay payasos o niños.

Sin embargo, a mí muchas veces lo que me asusta son las cosas de la vida diaria. Por ejemplo, odio llamar por teléfono. Prefiero mandar un mensaje, un email, lo que sea. Llamar por teléfono es horrible.

Antes hago mil veces la croqueta o me quedo más quieta que las estatuas del jardín botánico. Lo que sea menos coger ese teléfono y llamar. Me ha pasado mil veces, como lo piense, ya la he cagado.

A veces me canto esta canción de Astrud aunque claro, mucho no me tranquiliza.

Mi miedo para esto es más bien como una cucaracha, que esas sí que me paralizan; hasta tal punto que una vez dejé de cobrar un sueldo por no llamar por teléfono a un antiguo jefe. Antonio, si me lees algún día, no creas que se me ha olvidado.

En fin, que como nadie te conoce mejor que google pruebo a hacer una búsqueda y veo que no estoy sola. El problemita tiene nombre y está catalogado como fobia social… pues que bien, otra más para la butxaca.

Pero creo que mi miedo está relacionado con el miedo a las negativas, con el pensar que dirán que no de antemano. Por eso las llamadas que más me cuestan son las que tengo que hacer una propuesta.

Pasos para intentar superar el miedo a llamar por teléfono

Así que para superarlo lo que estoy intentando hacer es lo siguiente:

  1. No pensar mucho. Este es el mayor problema: si suena lo cojo y si he perdido la llamada intento llamar al momento, nada de dejar pasar mucho tiempo porque entonces se hace una pelota inmensa.
  2. Si ya he dejado pasar un tiempo, marcar los puntos sobre los que quiero hablar en la conversación. Hacer una lista de lo que quiero hablar y no pensar ni inventar las respuestas de la otra parte. Al contrario de lo que he leído, a mí el método de simular la conversación nunca me funciona, de hecho siempre me echa para atrás porque me pongo en lo peor.
  3. Intentar no entrar en pánico. Respirar hondo para tranquilizarme antes de llamar. Cuando iba a clases de yoga hacíamos mucho técnicas de respiración; una respiración profunda y pausada te ayuda a relajarte, al fin y al cabo al otro lado del teléfono también hay personas.
  4. Pensar que recibir un no no es algo horrible. Es mejor recibir un no que ni siquiera intentarlo, como dice el refrán: el no ya lo tengo.
  5. Intentar mostrarme relajada y segura.

Pensar que dirán que no


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