Si buscamos en el diccionario encontraremos una escueta definición del término péplum: «Película ambientada en la antigüedad clásica».
La expresión fue acuñada por la crítica francesa después de la década de los cincuenta, aunque el género cinematográfico puede fecharse en 1914 con la película Pastrone, en la que causó sensación MACISTE.
Las superproducciones estadounidenses dieron gran acogida a este tipo de películas, sin embargo el género surgió claramente de los estudios italianos, donde desarrolló sus propios códigos.
El péplum utilizó actores y realizadores no italianos (como Jacques Tourneur) y se dividió entre el péplum histórico (Troya, Maratón, Cartago, Nerón, Cleopatra, Fabiola, entre otros temas) y el péplum mitológico con Hércules y su sucesor Maciste. El género tuvo sus especialistas, como Domenico Paolella o Vittorio Cottafavi, e incluso Sergio Leone en sus principios.
En 1958 se estrenó Hércules, de Pietro Francisci, protagonizada por el ex míster universo Steve Reeves. Esta cinta recoge los elementos característicos del péplum: sin exactitudes históricas o mitológicas, su protagonista es un héroe musculoso encargado de defender a los más débiles, siendo denominado irónicamente muscleman epic por la crítica estadounidense. En ocasiones, como en Salomón y la reina de Saba (1959, de King Vidor), se llegó a la más absoluta de las imprecisiones históricas, en pro del efecto dramático.
Las últimas décadas del siglo XX vieron un resurgir del género. En parte, gracias a las distintas series producidas para la televisión, como Yo, Claudio (1976, de Jack Pullman, para la BBC) y Jesús de Nazaret (1978, de Franco Zeffirelli), además de Xena y Hércules. También para la gran pantalla se produjeron películas de animación, como Hércules de Disney (1997) o El príncipe de Egipto (1998) de Dreamworks. Asimismo, en 2000 Ridley Scott dirigió Gladiator, y poco después se estrenaron Troya (2004, de Wolfgang Petersen) y Alejandro Magno (2004, de Oliver Stone).
Tal vez dentro de poco veamos Hijos de Heracles, de Teo Palacios, en la gran pantalla, espero que él esté presente en los estudios en el momento de la filmación, no vaya a ser que transformen su espléndida novela en una telenovela.
B. Miosi
Fuente: Microsoft ® Encarta ® 2009. © 1993