No pesas, apenas ocupas nada, eres realmente pequeña. Coges mi dedo abrazándolo con tu mano de dedos diminutos. Si yo me muevo, tú me agarras con más fuerza.Puede que sea un poco aburrido, no lo sé, poder únicamente comer y dormir. Espera, solo espera. En poco tiempo empezarás a andar y correr por toda la casa mientras gritas las pocas palabras que sabrás por el momento. Verás qué divertido. Cuando puedas hablar con tus hermanas y, sí, de vez en cuando pelear un poco; pero también contar algo gracioso que os ha pasado en clase. Entonces verás que la vida nunca volverá a ser aburrida, pase lo que pase.Cuando sepas jugar, ¡ay, cuando aprendas a jugar! cuando aprendas a jugar habrás descubierto ya de qué va esto de vivir. Juega, juega hasta que no puedas más y, entonces, sigue jugando. Juega a mamás y papás, a cocineros, a saltar a la comba o dejar caer los cochecitos por la rampa. Juega al pilla-pilla, a liebre, a "juicios", al continental, al stop, a ser un espía que salva el mundo o una princesa que necesita que la salven. Juega a "ciudades" con dinero de mentira, a encontrar un objeto escondido sin que te pille el vigilante o, si eres el vigilante, no dejes que los demás lo encuentren.Juega. Juega mucho porque, cuando crezcas, tendrás que enseñarnos a los mayores cómo se juega.
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