Se me atravesó un gato blanco, me saludó y siguió camino para luchar con un pedazo de plástico transparente. Galicia, septiembre 2012
A comienzos del otoño reciente, esperando algo más de dos horas por un trámite, sentado en la Plaza, recibí compañía. No es extraño que estos bichitos se acerquen a saludarme, pero si es sorprendente la diferencia en colores de sus ojos.
Hizo que la espera fuera más soportable, algo que siempre se agradece
La "Tarta" de Santos Inocentes lista para pasar al horno (donde se encuentra ahora) http://t.co/cxrmsUZl—
Dario Alvarez (@darioalvarez) December 28, 2012
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