El pequeño detalle de quererte, de abrazarte, de amarte y el gran esfuerzo que supongo, me quita la vida a mordicos.
Y no soy capaz, que tengo los pulmones secos sin aire, que el corazón me late a compases irregulares, que mi cuerpo se destroza a violentos jirones. Deja que ese pequeño detalle que tengo para ti muera en otra orilla, dejame marcharme por el mar hacia otras costas, dejame escapar de tu indiferencia, indiferencia que mata.