1 de marzo de 2016
para Xime
Hemos sentido el mañana
como una noche interminable
y hemos comido el pan del sol
cuando pasábamos el tiempo
bajo gaviotas que no saben
ya de nosotros. Otros días
eran aquellos y otras calles,
nosotros éramos distintos.
Nacer de nuevo cada día
fue la tarea. Porque el sueño,
que es alejarse, también sabe
devolvernos al alba, nuevos,
con el mañana que es ahora,
con tus ojos en mis ojos.