
Me sorprendí al saber que harían secuela para la versión de 2010 de Percy Jackson y el ladrón del rayo, no sabía que la taquilla hubiera funcionado tan bien, ya que mi primera impresión al ver la película no fue maravillosa, aunque al paso del tiempo empecé a aficionarme más sobre la historia de este mestizo. Aún tengo el primer libro por leer, pero bueno...
En Percy Jackson y el mar de monstruos, la historia de un vástago de Poseidon (Logan Lerman) continua a medida que aprende sobre sus poderes divinos para salvar un bosque que intenta dificilmente no recordar al publico de Hogwarts.
Y ese podría ser el problemilla con la película: hemos visto demasiado de esto antes. La amiga de Percy, Annabeth (Alexandra Daddario) usa una tablet en lugar de libros viejos y mohosos, pero aún así nos recuerda en muchas maneras a Hermione. El principal antagonista sería a lo Draco Malfoy, pero por razones que llegaré después, nunca se eleva a ese nivel.

Enseguida, Percy, Annabeth, Tyson y su colega sátiro Grover (Brandon T.Jakcson) se marchan por su cuenta para recuperar el bellocino.
La trama, no hay sorpresas, ya que cada giro y vuelta es reconocible de cientos de historias similares. Por supuesto, eso es un problema sobre todo para aquellos criados a base de una dieta de películas de aventuras. Pero la disfruté como una niña pequeña, incluso aguantando la respiración en momentos que habían tensión.
Pero mientras la trama falló para sorprender, había un puñado de elementos que me hicieron sonreir. En primer lugar está la caracterización de Tyson: interpretado por Douglas Smith, no es un sombrío, monstruo melancólico, es algo así como un palurdo simpático. Es extraño, pero siempre animado y feliz de estar en una aventura. Disfruta estando con chicos de su misma edad por primera vez en su vida y muestra un temor legítimo y el asombro por descubrir un mundo más amplio. En estos días, incluso las películas infantiles, los personajes deben ser disciplinentes sobre el mundo. Tyson es todo menos eso, y es un placer de ver. Un crédito especial al equipo de efectos que le dieron a su ojo una mirada tan bonita y amable.

El mejor ejemplo de esto es la demasiado breve aparición de Nathan Fillion como Hermes: el actor trae su encanto sin esfuerzo que podría ser un cameo cursi. De hecho, la secuencia tiene algunos elementos bobos, pero Fillion eleva el material y se las apañas para encontrar algunos puntos en Hermes, el padre de Luke, admitiendo el arrepentirse por no ser un mejor padre. En realidad abarca todo el espectro de lo que el guionista, en este caso Marc Guggenheim, y un actor del talento de Fillion puede hacer con el mensajero de los dioses en una película juvenil.
Así que yo disfruté de Percy Jackson y el mar de los monstruos, no es una gran película, salen las comparaciones con Harry Potter--- Pero me encanta esta saga, todo eso del a mitología griega situada en la actualidad y demás, y espero con ganas a ver si hacen la siguiente, Percy Jackson y la maldición del Titan...se llama asi en español?...tururu!

He's more like a half-brother on the monstrous side of the family. Like... a half-brother twice removed or something.