Perdida

¿Conoces esa sensación de no saber hacia donde diriges tu vida? ¿Te acuerdas de todos esos momentos donde mirabas la pared preguntándote si de verdad estabas haciendo lo que amabas? ¿Cuántas veces te has sentido perdida mirándote al espejo deseando encontrar allí la respuesta? Las rachas buenas acaban cuando las rachas malas empiezan, cuando sientes que algo dentro de ti no funciona bien. Que no te encuentras, que te sigues buscando en lugares donde ya estuviste e hiciste todo aquello que se te da bien. Cuando tu vida se convierte en una constante rutina contra la que intentas luchar para salir de ahí, y cuando crees que lo consigues y ves la luz al final del túnel, te asustas y decides mirar hacia atrás de nuevo, pensando que otra vez no saldrá bien. En ese momento es cuando me doy cuenta de que ahí estoy yo, de pie, mirando el camino que había seguido durante todo este tiempo y dudando de si lo que estoy haciendo me hace feliz. Si de verdad este camino es el que yo quiero seguir. Intentando anticipar el tiempo para que me de una señal de que voy en la dirección correcta y no cuesta abajo y sin frenos.

La chica de la sonrisa infinita