Se dibuja una sonrisa mellada que disimula tapándose la boca con la mano. Pero la izquierda, porque en la derecha también le falta un dedo. Por eso la lleva siempre guardada en el bolsillo. Intenta que no se note todo lo que la vida le ha arrebatado, sin embargo son ya demasiadas cosas. La herida de un disparo le gangrenó la pierna izquierda. Una coz le hizo perder el riñón derecho. Tantas cicatrices dibujan el mapa de su historia. Pero sonríe, se tapa la boca con la mano, y sigue entregando su corazón como si no se lo hubiesen arrancado nunca.
NiñoCactus