Perdido en otras playas

Publicado el 12 diciembre 2015 por El Perro Patricia Lohin @elperro1970

Joseph Lorusso

No estás.

Y sin embargo no muero.

Tiemblo al oír tus pasos por la vereda

Pasando por el costado de mi vida,

Atendiendo tus oportunas diligencias

E ignorando la inoportunidad de mi presencia.

Presencia tardía o temprana,

Demandando ausencias urgentes

Que acomoden el palpitar de la rutina.

Ya quisiera morir,

De un corte cerebral

O de cualquier otro tipo de corte fatal

Que anule los latidos

Que originan tu nombre

Y humedecen mi boca

Con el recuerdo del néctar de la tuya.

Morir y entrar en el blanco

De tu ojo izquierdo,

Que hoy no me refleja,

Mientras tu boca

Descose una sonrisa torcida,

Y alza un lunar por encima

De la altura de tu nariz.

Quiero desaparecer involuntariamente,

Peleando contra toda fuerza terrestre,

Arañando el cielo mientras escalo nubes

Y definitivamente volverme etérea -y loca-,

Ser esa fragancia de primavera sutil,

Que te embriague y maree

Obligándote a dibujar mi recuerdo

En la distancia que hay entre

La almohada y tu sexo.

Y así seré un resplandor en la noche,

El despertar insomne a las cuatro,

Las gotas gordas y violentas de la lluvia de verano,

La melodía olvidada que taladra por las mañanas,

La caricia certera que no volverá nunca,

El deseo que corta tu respiración

Y anula el resto de los sentidos.

Así moriría,

Con el placer de saberme

Un recuerdo eterno e incandescente,

Molesto y deplorable,

La esquizofrenia inevitable

Que nace con el amor no concretado.

Patricia Lohin

Joseph Lorusso

El título “Perdido en otras playas” pertenece a un hermoso poema de la autora Elsa López:

Yo no quiero morirme sin saber de tu boca…

“Yo no quiero morirme sin saber de tu boca.
Yo no quiero morirme con el alma perpleja
sabiéndote distinto, perdido en otras playas.

Yo no quiero morirme con este desconsuelo
por el arco infinito de esa cúpula triste
donde habitan tus sueños al sol de mediodía.

Yo no quiero morirme sin haberte entregado
las doradas esferas de mi cuerpo,
la piel que me recubre, el temblor que me invade.

Yo no quiero morirme sin que me hayas amado.”

Elsa López.