Perdonen mi indiscreción...

... y es que después de pasarme todo el día rodeada de cacas, biberones volcados en la mesa, papillas estampadas en la pared, juguetes en el suelo que te hacen tropezar y cuatro pequeños hooligans que no me dejan respirar... me aventuro a decir que seguís mi blog solo (ahora sin tilde forever and ever) para ver que alguien está peor que vosotros.
No me malinterpreten señores y señoras, a mi me encanta. En menos de 24 horas ya he recibido más de 100 visitas y he entrado varias veces para comprobar que no fuera yo la que subía el contador. Al grano, 100 visitas de supuestos padres y madres (o gente simple y puramente masoca) de un bebé o dos que usan o usarán mi blog como método anticonceptivo. Pues dejenme que les diga que si, puede que en un futuro sea un gran método de anticoncepción, pero abstenerse de practicar sexo en mis días ñoños, no sea que les dé por aumentar la natalidad del país y luego me echen a mí la culpa.
Me disculpo también por no ser la blogger perfecta. Aviso que yo, como muchas y muchos de ustedes, no puedo andar todo el día metida en el blog y que mis pocos ratos freekids los intento gastar mirando la televisión en el sofá, con una camiseta con varias manchas que un día fue blanca y, hoy por hoy, parece la bandera del orgullo gay. He de confesar que a veces esas manchas aumentan gracias a mi babeo cuando me quedo dormida enfrente al televisor... Pero eso ocurre muy pocas veces (el babeo no lo de dormir).
Me disculpo de antemano por no poder comentar sus blogs. Los leo pero quizás no siempre comento. Por vergüenza, por timidez, por cansancio, por instintos suicidas después de un largo día... quién sabe. 
Dicho esto les dejo, tengo a 3 fieras durmiendo y a 1 en proceso. Aprovecharé para comer antes de que la minihooligan se levante y empiece a tirar bengalas para que le de teta...