Perfecta

Sutil y delicada, toda una belleza. Aparece amargada, llorando por penas que no merecen tenerlas en cuenta.
Le pedí que sonriera, y lo hizo sin vacilar, mientras susurraba: Ahora sé que anhelas mi perfección.
Perfecta. Toda ella, su cuerpo su voz y su melena, ella era entre todas la más hermosa de las princesas. Pero quién se iba a imaginar que tal magnitud de seducción podía encerrar a la mujer más cruel y con menos amor.
Perfección.
Podrida.
Su música era digna de una diva. Diva mala que no tiene sentido ni rima. Diva de arma blanca y de simpleza concebida.
Princesa del aire y asesina de quien la mira.