¿pero qué diablos quiere decir esta ¡@#*!(")?

Publicado el 06 mayo 2010 por Morrigan91

¿PERO QUÉ DIABLOS QUIERE DECIR ESTA ¡@#*!(")?

Nos rodean materialmente; acechan en cabinas de teléfonos, en los periódicos, en el lavabo y en el ordenador, en los aviones y por la calle, en los electrodomésticos y en las etiquetas de la ropa. Nos lanzan señales cuando entramos en un sitio o cuando queremos salir. Nos prohíben, nos sugieren y nos indican, nos guían y nos advierten. Son los nuevos jeroglíficos. Si transportáramos de repente a la actualidad a una persona de hace unas pocas décadas, se sorprendería de ver que la mayoría de los carteles que aparecían en la calle, la mayor parte de los textos de los envases, de las indicaciones de los lugares públicos, habían desaparecido, reemplazados por dibujos. Estos iconos representan un intento de sustituir a la palabra, y tienen distintos argumentos a su favor: en un mundo internacionalizado, saltan por encima de las barreras de lengua; sirven de comunicación en sociedades analfabetas; en un universo lleno de mensajes, llaman la atención de forma sintética. Pero también tienen inconvenientes: frente a la claridad de una lengua que todos comparten, crean un código nuevo, que no siempre es evidente; contribuyen al ruido visual introduciendo decenas de nuevas imágenes en un ambiente que ya rebosa de ellas. ¿De dónde vienen estos nuevos signos? ¿Adónde van? Su origen más evidente son las señales de circulación. De ellas han tomado su simbología básica, que pronto se ha extendido a otros casos: el «prohibido aparcar» se aplica en el centro comercial para las hamburguesas y en el aeropuerto colombiano para las armas... En otras ocasiones recuerdan los procedimientos de las enseñas medievales, cuando las herramientas del oficio colgaban en las puertas. Pero ya es un sistema complejo que pone en juego recursos muy depurados. Los símbolos están ocupando casi todos los nichos de la comunicación, incluso los más tradicionales, en los universos recién creados, como el mundo de la informática, son el lenguaje dominante.

JOSÉ ANTONIO MILLÁN