Tenía un par de padres divertidos y jóvenes, llenos de sueños y de planes. Pero a mis doce años, cinco meses, tres días y dos horas y cuarto, aproximadamente, me quedé sin ellos.
Desde que el tío Paco se hizo cargo de él, Sebastián ha vivido aventuras increíbles: tuvo un encuentro inesperado con un enorme felino, conoció a uno de los últimos vampiros que viven en el DF; frente a su casa vio a un mítico personaje saltar de la góndola en la que viajaba, para rescatar a una joven de una inundación; consiguió un mapa estelar para un pobre extraterrestre perdido en la Tierra, sobrevivió el embate de un enorme monstruo marino, peleó al lado de los sioux para defender su territorio de los colonizadores? ¿Qué pasa con Sebastián? ¿Acaso no es una «persona normal»?
Voy a comenzar con absoluta sinceridad: Persona normal me ha gustado, sí. Me ha gustado mucho. En algunos momentos, incluso me ha encantado. Pero tampoco me ha fascinado del todo, ni me ha parecido la joya que tanto se prometía por los mundos booktubers. Quizá sea culpa mía, no lo sé, pero el caso es que esperaba más, así que quizá me haya decepcionado un pelín.
Puede que este sea un problema de expectativas, la verdad. Siempre lo digo: en la medida de lo posible, intento comenzar a leer sin formarme expectativas previas. Sin embargo, hay libros con los que es imposible, y es el caso de esta obra de Benito Taibo: llevaba tantísimo tiempo oyendo hablar de él en la comunidad booktuber al otro lado del charco, que cuando llegó a España me moría por leerlo. Debo decir también que la lectura ha coincidido con mi épico bloqueo lector en el que llevo metido desde el verano pasado, así que lógicamente es algo que se ha sumado también.
Pero vamos al lío. El autor nos presenta una historia diferente a lo que muchos estamos acostumbrados, quizá precisamente por la falta de historia. Y no, no lo digo en un sentido negativo necesariamente: el hilo conductor de Persona normal es muy fino; se basa simplemente en las enseñanzas del tío Paco a lo largo del tiempo Sebastián, que es quien narra la novela. Así pues, nos encontramos con una estructura creada a partir de situaciones anecdóticas, muchas de ellas con poca relación entre ellas, pero que juntas van forjando al protagonista como persona.
Y es esa precisamente la magia de Persona normal: las enseñanzas del tío Paco (a quien yo imaginaba como el propio autor, por cierto), el proceso de maduración y crecimiento personal de Sebastián, los descubrimientos propios de su edad. Esta novela es un coming of age en toda regla con el que muchos se podrán sentir identificados, tiene momentos muy emotivos, y puedo llegar a comprender que haya enamorado por completo a tanta gente, aunque no haya sido mi caso.
Algo que sí que me enamoró por completo del libro fue, valga la redundancia, el amor por los libros. El tío Paco es un enamorado de la literatura, e intenta inculcar ese amor en Sebastián, y la forma de hacerlo me ha parecido preciosa. Benito Taibo hace referencias a muchísimas obras de toda clase, y logra hacerlo sin que resulten pesadas ni fuera de lugar: todas tienen su lugar dentro de Persona normal. Personalmente, agradezco mucho la cantidad de libros que me ha dado a conocer y que espero poder llegar a leer algún día.
En definitiva, Persona normal es una novela que recomiendo leer, pero como siempre digo lo mejor es hacerlo sin expectativas. Es posible que conectes con ella de una forma especial o es posible que no te diga nada, pero si se da el primer caso, te va a enamorar. Después de todo, todos sabemos que ser una persona normal es muy aburrido, ¿verdad?
Lo mejor: El tío PacoLo peor: La estructura anecdóticaTe gustará si... quieres conocer a un personaje fascinante con mucho que enseñar.