Yo no creo que haya que ponerle una etiqueta a cada persona. Somos humanos, y como tales, pasamos por momentos más buenos o más malos, y estaremos más positivos y más negativos y en función de ello, pues haremos cosas que puede ser que no nos gusten ni a nosotrxs. Otros muchos, por su educación o sus circunstancias o incluso ambas, "se han creado" una personalidad diferente, con rasgos marcados y que no encaja tan fácilmente con otras personas, pero una persona que para ti es tóxica, puede no serlo para mí.
Si alguien pasa por un momento malo, y nos hace daño con un comentario, porque mira al de al lado y es más feliz que el o sea cual sea la situación, podríamos ayudar a ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Y si la persona tiene ciertos rasgos que para algunos es dañino, tranquilx, ya encontrará otra persona con la que encajará perfectamente.
Para mí, este "cartelito al cuello" es un reflejo más de nuestra necesidad de ponerle nombres a aquello que se escapa de nuestro entendimiento, o que no nos gusta, o que nos asusta, o que no podemos controlar, en definitivo, a todo aquello que nos da inseguridad. En muchas ocasiones, Vivimos la mayor parte del tiempo tras un escudo, y eso no es samno.
No cerremos puertas a conocer a nadie por lo que se diga de ella o de el. De todos aprendemos algo. Aunque nos parezca una persona "horrible", también ella nos dará una lección. Como Trabajadora Social, vemos gente y sin querer pulsamos el botón de etiquetar, porque como dije, ponerle nombre a algo nos da seguridad. Debemos aprender a observar, escuchar activamente y ahí aprenderemos algo. Nadie dijo que fuese fácil. Toda la vida es una constante lección, y las personas somos un capítulo más de ese constante.
Pintar sonrisas, también es esto.