El Katmai National Park en el sur de Alaska, tiene un rio salmonero de aguas muy rápidas, donde los osos van a saciar su hambre, como el oso de la historia, que decidió pasar un día de pesca para llenar su hambriento estomago, pero la cosa no salió como él esperaba.
Después de horas esperando a que pasara un salmón para poder comer, no había forma de poder pescar ni uno, ya sea porque fuera que no es hábil en la pesca o que los salmones, eran mucho más listos y rápidos que él, así que hartito y cansadito de esperar, su comida, empezó a aburrirse y a bostezar hasta quedarse dormido, sobre la roca en que estaba apostado, seguramente pensando que una siestecita no le iba a venir nada mal, porque al menos, si se quedaba con hambre, más vale estar descansado para poder intentarlo al despertarse.