En Peso pesado, Scott (Kevin James) es un maestro de biología que toma las riendas por sus alumnos y por su colega Marty (Henry Winkler), un profesor de música al cual le quieren recortar / eliminar su clase por encontrarse la escuela en números rojos. Entonces, incursiona en el mundo de las artes marciales mixtas. Nuestro protagonista supo ser un buen luchador universitario, claro, pero hace más de 20 años, por lo que tendrá que readecuarse en el rubro. Estamos hablando de ese tipo de películas tradicionales sin obscenidades ni chistes subidos de tono ni mucho menos, de esas cintas ideales para ver en familia con los niños. Con un guión bastante “quemado” y con un transcurso de los hechos súper pronosticable y anunciado, cumple la función de entretener levemente al espectador. Si tuviese que enmarcarla dentro de un género, se puede decir que Peso pesado es un “ni” entre una comedia y aventura (muy entre comillas) / acción. No es de esos films que te hagan reír, simplemente busca conmover al público familiar y dejar como moraleja que todo se puede obtener con esfuerzo, buena voluntad, y remarcar también la importancia y la mística propia de la música. Quizás vale la pena señalar la simpática y carismática actuación de Bas Rutten, campeón en la vida real en una ocasión de la UFC. Realmente interpreta a un sujeto divertido. Bien filmada, con escenas de lucha ambientadas destacablemente (sobre todo la final) y agradable, de a ratos, la cinta no trasciende para nada y entretiene en la medida justa pero no necesaria como para que nos enfoquemos de lleno en ella sin distraernos.
LO MEJOR: la filmación, Bas Rutten, la pelea final. LO PEOR: básica, muy sencilla, poco graciosa, predecible. PUNTAJE: 5,5