En 1938, Cushing llega a Nueva York, para luego tomar rumbo a Los Ángeles. Lamentablemente, el actor no tardará en darse cuenta que en Hollywood poco sirve su experiencia en el teatro, y solo gracias a un pequeño engaño lograría entrar a la industria cinematográfica norteamericana. Cuando supo que el director James Whale estaba buscando a alguien para reemplazar a Louis Hayward en las escenas de esgrima de la cinta, “The Man in the Iron Mask” (1939), Cushing le aseguró que dominaba perfectamente el arte de la esgrima, cuando realmente no tenía la más remota idea de ello. La próxima película en la que trabajaría el actor sería, “A Chump at Oxford” (1940), la cual es protagonizada por Stan Laurel y Oliver Hardy. En dicho film, Cushing obtendría un pequeño papel que le daría la oportunidad de interactuar con la pareja protagónica. Dicho rol era el de un estudiante bromista, lo calzaba con la personalidad de Cushing, quien siempre gozó de un excelente sentido del humor. De hecho, según Barbara Shelley, el actor imitaba perfectamente a los personajes animados de la Warner Bros, especialmente a quien era su personaje favorito; el gato Silvestre.
Una vez conseguido el dinero, Cushing pagará un viaje en barco, el cual estará cargado de tensión debido a la presencia de submarinos alemanes repartidos por todo el Atlántico. De regreso en Inglaterra, se ofrece para trabajar en el departamento de drama del Entertainments National Service Association (ENSA), organismo que se encargaba de ofrecer diversos espectáculos tanto a los civiles como a los militares, los cuales les ayudaran a distraerse de los horrores de la guerra. Durante su participación en el ENSA, Cushing conoce a la actriz Helen Beck, quien también había permanecido un tiempo en Hollywood intentando consolidar su carrera actoral. La atracción fue inmediata, por lo que en 1943 contrajeron matrimonio con el ruido de los bombarderos como música de fondo. Hasta el final de la guerra, el matrimonió participaría en numerosas obras teatrales que intentaban aliviar a la sufrida sociedad inglesa.
Tras filmar “Time Without Pity” (1957), Cushing recibiría una oferta para interpretar al doctor Frankenstein en “The Curse of Frankenstein” (1957), una nueva adaptación de la novela de Mary Shelley, que iba a ser realizada por los estudios Hammer. Esta sería la primera colaboración del actor con la Hammer, la cual se extendería durante más de dos décadas. En este film además tendría la oportunidad de trabajar junto a Christopher Lee, con quien formaría una de las duplas más icónicas del cine fantástico. La verdad es que Cushing ya había coincidido con Lee en “Moulin Rouge” y “Hamlet”, aunque no habían compartido escena. Junto con esto, el actor entablaría una profunda amista con el director de la película, Terence Fisher. Gracias al enorme éxito de “The Curse of Frankenstein”, la popularidad de Cushing traspasó las barreras del Reino Unido. El actor interpretaría en cinco ocasiones más al Dr. Frankenstein, en las cintas; “The Revenge of Frankenstein” (1958), “The Evil of Frankenstein” (1964), “Frankenstein Created Woman” (1967), “Frankenstein Must Be Destroyed” (1969), y “Frankenstein and the Monster From Hell” (1974).
Aunque evidentemente fueron estos tres personajes los grandes responsables de la fama de Cushing, el actor interpretó una gran variedad de papeles tanto dentro como fuera de la Hammer, durante las décadas del sesenta y el setenta. Luego de filmar “The Curse of Frankenstein”, el actor participaria en “The Abominable Snowman” (1957) y “The Mummy” (1959), las cuales también serían producidas por la casa del martillo. La década del sesenta comenzaría con la cinta de terror, “The Flesh and the Fiends” (1960), del director John Gilling, y con el thriller, “Suspect” (1960), de John y Roy Boulting. En general, durante la primera mitad de los sesenta, Cushing participarían en películas de diversos géneros, como las cintas de aventuras “Captain Clegg” (1962) y “Sword of Sherwood Forest” (1960); y los thrillers “Cash on Demand” (1961) y “The Man Who Finally Died” (1963), aunque seguiría teniendo cierta preferencia por las cintas de terror, donde destaca el clásico de la Hammer, “The Gorgon” (1964).
Lamentablemente, en 1971 fallecería su esposa Helen Beck, con quien había estado casado desde 1943. Esto lo obligaría a dejar la producción de “Blood from the Mummy´s Tomb” (1971), y en cierta medida marcaría el comienzo del declive de la carrera del actor. Al año siguiente, Cushing declararía en una entrevista, “Desde que Helen falleció, no puedo encontrar nada; mi corazón, simplemente ha dejado de latir. El tiempo parece interminable, la soledad es prácticamente insoportable y la única cosa que me mantiene vivo, es el saber que algún día me reuniré con mi querida Helen. El reunirme con ella es mi única ambición. Tu tienes permiso para publicar eso....sabes, la verdad es que solo estoy matando el tiempo. Por favor publica eso”. Fue tal el impacto que provocó la muerte de Helen Beck en la vida del actor, que incluso intentó suicidarse la misma noche que supo la noticia, corriendo por las escaleras para así inducirse un infarto cardíaco.
Además de la muerte de su mujer, el cierre de la Hammer, su segunda casa según declaraciones propias, y la muerte de su amigo Terence Fisher en 1980, supuso un duro golpe para el actor, el cual se retiraría definitivamente de la pantalla grande en 1985 con la mediocre, "Biggles". Durante los ochenta, Cushing fue reduciendo su trabajo como actor, tras serle diagnosticado un cáncer, aunque aprovechó su retiro para escribir una autobiografía de dos volúmenes (uno de ellos relata sus días en la Hammer), recaudar fondos para la investigación sobre la enfermedad que padecía, y disfrutar con la lectura, la observación de pájaros y la pintura. En este último aspecto cabe destacar la publicación en los años noventa de los libros, "Peter Cushing's Tudor Tea Room Profiles", que es una recopilación de caricaturas dibujadas por el actor, y "The Bois Saga", un cuento de fantasía escrito e ilustrado por él. En 1988, la Reina Isabel II le otorgó la Órden del Imperio Británico "por su contribución al entretenimiento internacional", galardón del que siempre se mostró muy orgulloso.
por Fantomas.