PETROPERÚ Y EL CUENTO DEL BALÓN DE GLP.
Escrito por Luis García Miró Elguera. (DIARIO EXPRESO).
Un partido de gobierno como el actual, de corte nacionalista y asistencialista, es el vehículo ideal para dinamitar la economía. Claro que siempre y cuando el Ejecutivo decida aplicar sus fórmulas estrafalarias. La filosofía detrás del populismo consiste en dilapidar los fondos del Estado so pretexto que con ellos puede reducir el costo de vida vía controles y subsidios. Es decir, se trata del artificio más ridículo y comprobadamente inviable que existe. Porque la economía es una ciencia donde la matemática tiene mucho que ver. Salvo, desde luego, para el caso de los socialistas. Porque cuando esta gente pretende introducir sus dogmas en la vida real, lo hace tratando de engañar al populorum sosteniendo que dos más dos son más o menos cuatro. Es decir, adecúan sus inventos caprichosos a quimeras dirigidas a atraer las simpatías populares aplicando la droga proteccionista, cuya factura la pagan los contribuyentes con el dinero que abonan tan sólo para que el Estado lo invierta en Salud, Educación, Seguridad y Administración Pública. No en dádivas demagógicas.
Y el ejemplo de Petroperú es emblemático. Se trata de una empresa pública que, por lo general, la usan los gobiernos para financiar sus propuestas esquizofrénicas. En el caso actual, el entonces candidato Ollanta Humala se rasgó las vestiduras durante la campaña electoral prometiendo que el precio del GLP (Gas Líquido de Petróleo) bajaría de S/. 32 a S/.16 el balón. Así de irresponsable y temeraria fue su promesa. Desde luego que el candidato desconocía lo que estaba hablando, pues a lo que quizá se refería fue al precio del Gas Natural GN, el único hidrocarburo que tiene nuestro país en abundancia suficiente como para abastecer el transporte, la industria, el consumo doméstico a precios mucho más bajos. Pero el postulante Ollanta Humala metió la pata y cinceló el ofrecimiento de bajar el “balón” de gas, el único que la gente conoce y que, repetimos, es el GLP, un derivado del petróleo, materia prima que desafortunadamente no tiene nuestro territorio en cantidades suficientes. En consecuencia para producir GLP se requiere importar petróleo, un commodity mundial que controla un trust llamado OPEP. Por lo tanto no había manera alguna de bajar el precio del balón de gas –GLP– como ofreció Humala. Sin embargo una vez instalado en palacio, el presidente obligó a Petroperú a que encuentre la fórmula mágica (la de dos más dos son más o menos cuatro) que le permitiera salvar cara reduciendo el precio del balón de gas. Y por supuesto aquella demagogia le ha pasado factura a la petrolera estatal, como vemos en un interesante informe que aparece en esta edición de EXPRESO. Es más, el precio del balón de GLP apenas bajó un par de soles, jamás los S/.16 que ofreció Ollanta Humala en su demagógica campaña electoral. No obstante esos magros dos soles de rebaja le han costado a Petroperú –a los contribuyentes– varios millones de US$.
Esta pequeña demostración de asistencialismo oficialista, manipulada a través de una empresa estatal como es Petroperú, ratifica que este gobierno está decidido a multiplicar sus propuestas velasquistas, chavistas, castristas o neosocialistas, usando de pantalla a la petrolera estatal para ganar simpatías y comprar votos.
FUENTE: DIARIO EXPRESO. http://www.expreso.com.pe/el-mundo-al-reves/petroperu-y-el-cuento-del-balon-de-glp