Picnic de sueños

Cuando ella iba de Picnic, no le faltaba ningún detalle.
Antes de salir de casa, en su cesta, cabían perfectamente todos sus sueños, los tenía catalogados y, los iba repasando a media voz, mientras los indicaba con el dedo del corazón en qué o dónde viajaban en su bella cesta...

Sus sueños románticos...

iban asidos al mango rosa de la cubertería que compró cuando el Sr. Tomas vino a vivir a su calle. Aún recuerda el día en que varios camiones trasladaron sus enseres y ella, estuvo toda la mañana mirando tras el visillo aquellos muebles que adoraría limpiar el polvo a la menor ocasión, pues el querido Tomas, así le llamaría ella en la intimidad en cuanto fueran presentados formalmente, era un señor más o menos de su misma edad y bastante bien parecido. Lamentablemente, una mañana en la que nuestra romántica protagonista acababa de hacer un bundt cake para almorzar junto a su querido Tomas puesto que iban a ser presentados por el matrimonio vecino los Sres. Rooper, comprendió que la cubertería era innecesaria ya que  mientras batía la masa, había llegado la Señora de Tomas a... limpiar el polvo de sus muebles.

Sus sueños caseros...

estaban bien representados por la fabulosa vajilla de flores con ribete azul celeste que, primorosamente, utilizaba para comerse el bundt cake y convidar al matrimonio Rooper, puesto que no quiso saber más de los muebles del Sr. Tomas.

Sus sueños poco convencionales...

que alguno tenía, los llevaba depositados en las tazas sin asas, sin duda un objeto multiuso ,puesto que al carecer de asas, podían sustituir a los vasos y también servirían como tazas para el té, ya se sabe, en el campo todo está permitido, excepto las tormentas, lo tiene como máxima.

Sus sueños realistas...

que, en su caso jamás se realizarán, iban bien representados en la mantita de campo, todo el mundo lleva la típica a cuadros escoceses, pero ella, sueña de otro modo.

Los anhelados...

estaban representados en el jarrón con rosas que siempre lleva en la cestita porque no podría sufrir otro chasco como el que tuvo por los dichosos muebles, lo pasaría realmente mal si fuera de picnic y no encontrara un lugar con rosas, por eso está preparada, ella ya las llevaba consigo.

Y por último, sus sueños inalcanzados...

que eran muchos, pero esos iban siempre en la botella de champán que descorchaba, alegremente, dejando salir todo su contenido, tras una fabulosa explosión de espuma y líquido derramado, tal así, que jamás quedaba una gota en la botella para alcanzarlos.

P.D.: "Los sueños... esa nebulosa inalcanzable, porque entre nosotras, lo que podemos obtener no son sueños, tal y como dijo Calderón de la Barca... Los sueños, sueños son."
MariCari, la Jardinera fiel.

{¡B U E N A_____S U E R T E!}♥ ღ ♥