Porque los días son de menor tamaño Y los atardeceres se clavan en mi memoria Como sábanas desnudas y desoladas Pido silencio
Si aún el alba me demora el tiempo Y las venas se agrietan sin remedio Mi sangre es un manto de firmeza Pido silencio
Los troncos briosos sucumbieron Entre lodos sin prisa y sin consuelo Se escucha a lo lejos su clamor Pido silencio
No me basta el grito ni la lanza No me consuela la gramilla Admito mi dolor irrevocable Pido silencio
Hay soles que ya no son Y noches largas que se humedecen Mi canto se alarga mustio Pido silencio
Soplan los vientos ajenos Sin pausa, pero distantes Me roban los tiempos viejos Pido silencio
Callan las voces Un manto de sol me anida No doy ni pido reposo Pido silencio
Hay mares de cantos nuevos Sobre el añejo sollozo Mi canto sigue a su canto Pido silencio Ahonda su trino en la llaga El rápsoda mortecino Punzante su lírica vana Pido silencio
No se abdica ni se cede “No hay olvido ni perdón” Sólo espera en la espera Pido silencio
Feroces en los recuerdos El ahogo es bruma blanca El canto ruge su canto Pido silencio.
Escrito el 10 de agosto 2005 en homenaje a los 30,000 desaparecidos durante la dictadura en Argentina.