Es obligatorio y los dos así lo han entendido. El problema suele ser que al pequeño se le olvida quitarse el kilo de arena que trae del cole en sus zapatos y un día sí y otro también la lía...quiero decir, se quita la zapatilla y todo lo que lleva dentro de ella cae al suelo inevitablemente. Así que, pasar la aspiradora es lo segundo que hago nada más entrar en casa.
Bueno, después de esta pequeña introducción sobre mis hábitos familiares...voy al grano.
Os quería enseñar una marca austriaca que he conocido en FIMI. Su nombre es Giesswein y no se trata precisamente de una marca nueva, porque lleva produciendo desde 1954 y desde hace muchos años visita la Feria.
Giesswein es especialista en lana prensada y tejida. De hecho empezaron tejiendo jerseys y chaquetas, pero para aprovechar los recortes de los materiales de producción decidieron empezar a hacer zapatillas. Y de estas últimas es de lo que quería hablaros, de las zapatillas de estar por casa.
Os enseño una muestra de la colección actual.
Imagen: Giesswein
Lo que me llamó la atención cuando ví las zapatillas fue el diseño y que parecían superconfortables. Y en cuanto las toqué supe que los pies de un niño dentro de esas zapatillas tendrían que estar muy calentitos. Bueno, os confesaré que pensé en mis pies, que soy muyyyyy friolera.
Giesswein además tiene patentadas sus suelas, antideslizantes y resistentes a los roces.
En su página web podéis ver los puntos de venta que tienen en nuestro país, que os tengo que decir que son muchos.