La Niña Salvaje dice:
No supura la herida, no hay tiritas que valgan para detener la corriente de malos, ácidos, melancólicos pensamientos ya pasados.
Obsoleta, vieja, tirada herida en la charca del pueblo fantasma. Allí donde las fotos de octubre y las primeras lluvias.
Tantos pijos para repartirtan pocas ostias.