Pinochetazo a Excélsior

Los periodistas de Vicente Leñero es un libro emblema. De quienes luchan por la libertad de expresión y de quienes la detestan. Esta novela testimonial narra uno de los capítulos más importantes y significativos en la historia de nuestro país: El golpe del gobierno de Luis Echeverría al periódico Excélsior dirigido por Julio Scherer García. Se cuenta aquí, aquello que marcó un antes y un largo después en el periodismo nacional.

El golpe del gobierno de Luis Echeverría al periódico Excélsior

El 8 de julio de 1976 el diario Excélsior de la Ciudad de México sufrió el más duro golpe de su historia (un golpe político cuyo procedimiento recuerda al que provocó el cierre de la UAP en 1989, pues también se le disfrazó de guerra fraticida al interior de la institución): En una asamblea de cooperativistas amañada por el gobierno (¿quién más puede dar las garantías y el dinero para tramar un complot?) se expulsa al grupo de 100 periodistas que encabezaban Julio Scherer García (Director General) y Hero Rodríguez Toro (Gerente General), "los dos remos de una barca" (p. 6), formando una muralla para combatir los vicios hacia adentro de la cooperativa y hacia fuera contra un Estado represor y el boicot de anunciantes de la Iniciativa Privada, en fin, con ellos el diario llegó a ser un verdadero centro de opinión; se expulsa al grupo sumiendo al diario más grande de América Latina en una larga noche de mediocridad parecida al Novedades o El Universal de esos años. La Cooperativa Excélsior era un elefante blanco de 1300 socios condenado al desastre, como efectivamente se vio durante la expulsión de Regino Díaz Redondo (todavía Scherer y los suyos pudieron salir por su propio pie, no así Regino, quien en tiempos de Fox fue sacado a empellones por los que un día fueron sus adláteres).
Excélsior creció en la medida de las audacias de Julio Scherer y su equipo: El Director General llegó en 1968 y fue ganando credibilidad en sus miles de lectores a partir de su línea editorial: "¿Hasta cuándo dejará de traicionar a este país?" le gritaba iracundo GDO en Los Pinos a propósito de los movimientos estudiantiles. Ya se nos había olvidado la entrevista que le concedió el Subcomandante Insurgente "Marcos" cuando ha dado otro golpe maestro al entrevistar a Ismael "El Mayo" Zambada (Proceso 1744, abril 2010).
Julio Scherer era amigo de Luis Echeverría (pues sólo en los amigos es posible la traición) y supo de la designación de López-Portillo desde principios de septiembre de 1975 (quedaron en el camino Mario Moya Palencia, Porfirio Muñoz Ledo, Carlos González Betancourt). De gira proselitista, el candidato presidencial del PRI les pegó duro a los empresarios poblanos (todavía no se les olvida, nada más hay que ver la falta de objetividad en la página respectiva de Wikipedia), dijo López-Portillo:
"Señores, aquí en Puebla hay sitios en donde la gente muere de hambre. En esta entidad, mujeres embarazadas declinan su vitalidad por sybalimentación y yo he dejado hace un momento en el plato la mitad de un pedazo de carne que sería un banquete para millones de mexicanos." (p. 36)
Heberto Castillo fue maestro de Vicente Leñero en 1958 (Unam, Estructuras Hiperestáticas, Facultad de Ingeniería). "Heberto tenía fama de genio, pero también de ogro". (p. 40) El exigente maestro era un déspota que expulsaba de muy mala manera a los estudiantes que se permitían llegar al final de la carrera sin saber nada de nada.
Con Julio Scherer se fue el personal de Revistas de Revistas, Diorama de la Cultura y Plural. Octavio Paz y su grupo fundaron casi al mismo tiempo que apareció la revista Proceso la revista Vuelta, con la rifa de un cuadro de Rufino Tamayo. En algunos diarios españoles, Octavio Paz publicó:
Excélsior era un periódico como los otros; gracias a la nueva coyuntura política y, sobre todo, gracias a la iniciativa de su director Julio Scherer, se transformó en un periódico distinto a los otros: Excélsior empezó a decir lo que muchos querían y no podían decir. El diario se convirtió en el centro de convergencia de las opiniones libres y disidentes de México. (p. 234)

Zedillo admiraba, copiaba y leía a Paz, recuerdo que Proceso publicó las fotos de sus poses y hasta mandó acuñar moneda de 20 pesos con el poema "Fuente". Además, en su momento se dijo que el Presidente estaba detrás de la fundación del Partido Convergencia, lleno de expriístas: El PRI lo considera traidor por haber entregado Los Pinos a Fox.
En contraste, Carlos Fuentes, desde París, publicó en el El Sol de México el 30 de julio de 1976:
Cuatro meses y medio antes de terminar su gestión, el presidente Echeverría es cubierto de ignominia, acusado de estrangular la libertad de expresión y de ensañarse, como cualquier tiranuelo bananero, contra la crítica adversa. ¿Puede concebirse que un hombre de la sagacidad política de Luis Echeverría sea el autor de su propio descrédito y de la negación masoquista de su propia obra de gobierno? (p. 274)

¿Es cierto que Luis Echeverría fue colaborador de la CIA?
De hecho, con LEA, se cierra un ciclo de 3 sexenios consecutivos de franca colaboración con la Agencia Central de Inteligencia:
Díaz Ordaz, Gustavo. Presidente de México y contacto de enlace en la estación de la Ciudad de México (de la CIA). Nombre clave: Litempo-8.
Echeverría, Luis. Ministro mexicano de gobernación (seguridad interior) y posterior presidente. Contacto de enlace en la estación de la Ciudad de México. Nombre clave: Litempo-14.
López Mateos, Adolfo. Presidente de México y cercano colaborador de la estación de la Ciudad de México. Nombre clave: Lienvoy-2. (Es conocida la anécdota en la que se dice que López Mateos comentaba: "Anoche no pude dormir, el embajador de Estados Unidos quiere verme").
(1) Phillip Agee, Inside the Company: CIA diary . Bantam Books, Inc. New York, 1978. p. 627. Citado en las pp. 193-4 por: Juan Miguel de Mora, Ladrones en el gobierno (México: La corrupción). Edamex. México, Tercera edición, 1979. 200 pp.
Diego Rivera, agente doble CIA-KGB
Elena Garro, agente de la CIA
Cuando ocurre el accidente del Ixtoc I, a cargo de Permargo, es cuando se conoce la sociedad de Díaz Serrano con Bush (ex-director de la CIA y luego Vicepresidente). ¿Este fue el medio como se dio a conocer la capacidad petrolera de México? Parece providencial, pues el país había quedado arruinado con LEA (Crisis económcia de 1976).
Proceso, qué horrible nombre, alcanzó a ver la luz pocas semanas antes del final del sexenio de LEA.
¿Es verdad que el Presidente Echeverría compró a SOMEX en sesenta, cien, ciento veinte millones de pesos la Cadena García Valseca llamada ahora Organización Editorial Mexicana (OEM, 37 diarios)?
¿Es verdad que el Presidente Echeverría compró tambiénEl Universal? (p. 122)

Sobre, Los periodistas dice Julio Scherer: "Vicente se reflejaba en las palabras de Kertész, el Nobel húngaro: ¿La verdad o mi verdad? La verdad. ¿Y si no es la verdad? Entonces el error, pero el mío". (p. IX)

Vicente Leñero, "Los periodistas". Edición especial con Presentación de Julio Scherer García y Prólogo de Carmen Aristegui. Joaquín Mortiz. Primera reimpresión de la primera edición 30 Aniversario: noviembre de 2006. México, DF. 387 p. $212 MXN más gastos de envío.