Este sábado ha sido distinto ya que mi madre ha tenido fiesta. Hemos aprovechado el día para pasarlo en familia: mi padre, mi madre y yo. Decidimos ir a la playa, concretamente a Laga, un lugar ameno localizado en Vizcaya en el que suelo pasar los días veraniegos. Sin duda, mi playa favorita, no solo por su belleza, sino también porque es un sitio mayormente juvenil.
Pedimos unos pintxos que fueron devorados en un santiamén. Aunque yo no tenía nada de hambre ya que desayuné a las once, no me eché para atrás. Decidimos repetir y así no comer en casa. Volvimos a pedir los pintxos que más nos gustaron: yo me quedé con el de queso de cabra, mermelada, jamón y calabacín; a mi padre le cautivó el de txaka. De ahí el origen de esta receta. Fascinado mi padre por los pintxos de txaka, al volver de la playa, paramos en el super y compramos los ingredientes que deducimos que llevaba. Iba a hacerlos él, pero yo como buena hija, le dije que descuide, que ya se los hacía yo. Había un propósito detrás de esta amabilidad, y es que quería hacerlos y sacarles fotos para poner la receta en el blog. :)
Ingredientes (para 10-12 pinchos):
- 2-3 huevos duros cocidos y rallados
- 125 gr. de palitos surimi rallados (los rallamos igual que a los huevos o los compramos ya rallados- como en mi caso)
- 4-5 cucharas de mayonesa
- 10-12 rodajas de pan
- 1 lata de anchoas
- una ramita de eneldo o perejil (opcional)
Modo de preparación:
- Echamos y los palitos surimi en un bol mediano, agregamos la mayonesa y mezclamos con movimientos envolventes hasta que esté todo integrado
- Disponemos de las rodajas en un plato y echamos en cada una (por igual) la mezcla obtenida antes
- Colocamos encima de cada uno una anchoa y una hoja de eneldo o perejil.
Poseen un sabor exquisito por el huevo y la txaka. Las sardinillas les dan un toque único por su salado sabor. 
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