Esta mañana me he despertado tempranito, cuando los pajarillos aún cantaban y el clima era perfecto, un fresquito que era de agradecer y me he dirigido al huerto de inmediato, ya que a través de mis cristaleras he podido observar que asomaba un precioso rojo entre las matas verdes de las tomateras. He cogido un recipiente y lo he llenado de exquisitas hortalizas.
Siguiente paso:
Ir a la cocina y preparar algo, algo fresquito, en crudo y así poder aprovechar las hortalizas recién recolectadas. Pues bien, he preparado una receta muy especial: PIPIRRANA! un nombre divertido.
La pipirrana es una receta típica de Jaén, aunque está extendida por todo el sur de España. Según la provincia se preparara de una u otra manera, pero todas únicas y exquisitas. En Mallorca, la versión parecida del pipirrana sería el trampó mallorquín. Los ingredientes principales de esta receta son los tomates maduros, la cebolla, el pepino, el pimiento verde y como no, nuestro apreciado aceite de oliva virgen extra. En algunas provincias lo preparan además con atún y huevo duro, yo lo he preparado de la forma sencilla y la verdad es que cada bocado es un mundo de sensaciones. Los tomates tienen que ser de huerta, nada de tomates de super que son madurados en cámaras, para que la pipirrana sea exquisita deben ser tomates madurados en la planta, sin pesticidas y recién recolectados. Se añade un buen chorro de aceite de oliva y junto al jugo del tomate, la sal y el resto de ingredientes, mojar pan es una delicia!
Esta receta se la dedico a mi suegro y a Josefa, la abuela de mi chico (que en paz descansen) que eran de Jaén y que seguro que más de una vez han disfrutado con la pipirrana.
Ingredientes para dos personas:
6 o 7 tomates maduros
1 pepino
1 cebolla blanca
1 diente de ajo
2 pimientos verdes
Sal marina
Pimienta negra
Aceite de oliva VE
Procedimiento:
Pelamos los tomates y el resto de ingredientes. Picamos bien los tomates, el diente de ajo y la cebolla. Troceamos en trozos menudos los pimientos y el pepino y mezclamos todos los ingredientes en un cuenco de barro. Aliñamos con sal, pimienta negra y un chorro generoso de un buen aceite de oliva virgen extra. Dejar en la nevera hasta la hora de comer.
Fresquito y con buena compañía sienta de lujo!