Óscar Lobato hizo un análisis de los piratas, desde el punto de vista del cine y desde el punto de vista de la historia real. Desmontó el mito. En general, el cine identificó a los piratas con los corsarios, dedicados a una actividad muy reglada. Estas aventuras sirvieron para la literatura de piratas, pero sólo se habla de corsarios. A continuación el autor llevó a cabo un recorrido por la historia de los principales piratas. Y la sorpresa es que hubo gran cantidad de mujeres dedicadas a estas empresas, como Artemisia de Caria y la Tigresa Bretona. La industria del cine jamás las menciona. Óscar Lobato quiere hacer con su libro un homenaje a estas piratas olvidadas, en especial a la pirata irlandesa Grace O'Malley, que contó con una base secreta y amasó una gran fortuna. La piratería es una actividad que puede encontrarse ya en el mundo antiguo. Para los griegos los piratas son los que osan, los que se atreven a ir más allá de las rutas conocidas y seguras cuando el mar está imposible. Pillaban desprevenidos a los habitantes de esas ciudades costeras y las saqueaban. Se trata de ataques de mar a tierra, asaltos anfibios, en los que destacaron los vikingos. La piratería, otro mito derribado, no sólo existió en lugares exóticos. Las costas andaluzas fueron repetidamente atacadas por piratas berberiscos. Por eso ciudades como Cádiz se fueron fortificando. Y es precisamente en las casas de los cuarteles situados en el “Campo de las balas”, en Cádiz, donde vivían los personajes de la novela: Miguel Lantery, jugador de tenis y gran conquistador de mujeres; Gabriel Paíño, marino mercante; Uriel Gamboa, solitario, hijo de militares, destinado a la academia militar. “La fuerza y el viento” transcurre en una época en la que España, todavía reserva espiritual de Occidente, era el mejor mercado de drogas del territorio europeo. La industria farmacéutica tenía mucho poder. Sustancias prohibidas en los demás países se podían comprar legalmente aquí: el caviar español. “Para los protagonistas, la vida o es una aventura o no merece la pena”. Unen sus destinos y marchan a Marbella en busca de aventuras. En la narración aparecen personajes reales de esos años como Pitita Ridruejo, Paesa y Juan Luis Galiardo.
El escritor ha realizado una inmensa labor de documentación para construir esta novela de acción. Además de leer todo lo necesario, ha viajado por medio mundo y ha contado con la colaboración de las fuerzas de seguridad especializadas en operaciones contra el narcotráfico. Ha sido asesorado por expertos acerca de las maniobras de asalto de helicópteros y lanchas. La novela, de seiscientas páginas, narra las aventuras de piratas actuales, con redes de delincuencia y tecnologías muy sofisticadas. Así lo resume la editorial: “Uriel Gamboa flota a la deriva en medio del Caribe, sin agua y con un cadáver a su lado. El camino hasta aquí ha sido largo: educado en una rígida disciplina militar, escapa de casa siendo adolescente y se une a Miguel Lantery y Gabriel Paíño para cumplir el sueño de convertirse en un verdadero pirata. Su objetivo: apoderarse del oro robado por los nazis tras la Segunda Guerra Mundial y saquear a banqueros estafadores y capos de la droga”. El estilo es trepidante: frases cortas, párrafos breves, diálogos eficaces, manejo de todos los registros,… pura acción e intriga. Esta es la tercera novela del autor, en 2007 publicó “Cazadores de humo” y en 2009 “Centhaeure”, las dos en Alfaguara.http://www.lavozdelsur.es/piratas-en-los-claustros