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¿plagió diego luis córdoba?

Publicado el 18 febrero 2013 por Polvoegallo
En ciertos momentos me queda la impresión de que mi paisano Diego Luis Córdoba, cuyo esplendor intelectual afortunadamente ni sus detractores han puesto en duda, lo que hizo fue un plagio de mensaje al tomar como suya esta expresión: "Por la ignorancia se desciende a la esclavitud, por la educación se asciende a la libertad"; actitud (el plagio) que, a decir verdad, ha sido frecuente desde la antigüedad hasta hoy, habiendo evidencias a granel. 

Para pensar en esta posibilidad téngase en cuenta, por ejemplo, que cronológicamente primero fue Simón Bolívar que Diego Luis Córdoba; y resulta que la Historia registra abundantes testimonios en el sentido de que una de las grandes preocupaciones, casi obsesiones, que tuvo Bolívar fue la educación de los pueblos; insinuando que esa era la verdadera libertad; siendo claro inferir, entonces, que él consideraba que "si no había educación, no había libertad"; y al no existir la libertad, pues lo que hay es cadenas que atan, que dominan, que esclavizan". Este mensaje se puede advertir claramente cuando él dice cosas como:


a. "Por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza".
b. "La esclavitud es la hija de las tinieblas. Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción".
Es evidente que en ambas frases se detecta esa gran preocupación de Bolívar por la educación de los pueblos, habiendo en ellas identidad de mensaje frente a la expresión que se le atribuye a Diego Luis Córdoba. Lo que manifiesta Bolívar en esa primera frase es que "la ignorancia domina, somete, esclaviza" y que, contrariamente, "al no haber ignorancia, sino educación, hay libertad". En cuestión de semántica no encuentro diferencia entre la primera frase de Bolívar y la que se da como de la autoría de Diego Luis Córdoba, como sí en lo sintáctico.
Pese a lo anterior debo registrar (sin que esta acotación implique retractarme de que fue primero Bolívar -antes que Diego Luis Córdoba- quien expresó el mensaje contenido en la frase de marras, así no lo haya expresado como lo hizo Diego Luis) que uno puede decir cosas que otros dijeron mucho antes, sin que esto sea plagio; bajo la premisa de que esas cosas antes no las hemos leído ni escuchado, sino que son producto del azar, por estar plenamente establecido que previamente no hemos tenido acceso a ellas por cualquier medio. En este caso se justificaría hablar de coincidencia en el pensamiento, lo cual no es utópico, pero que definitivamente no ha sido el caso del prohombre Diego Luis; porque hay pruebas contundentes que corroboran que si en verdad no hubo plagio de su parte, el mensaje contenido en la frase que se le atribuye no es originalmente suyo. 


En el evento de que realmente haya habido plagio de parte de Diego Luis, me atrevo a puntualizar que él no lo hizo actuando de mala fe, sino con la saludable intención de resaltar la importancia de la educación, como antes que él lo hicieron Bolívar, Martí y muchas otras personas de la antigüedad. Esto, desde luego, no le echa tierra a lo reprochable que resulta el hecho de uno presentar como propia una idea ajena, un mensaje que primero salió de la mente de otra persona, de otras personas, sabiéndose de antemano tal situación.
Descartando que en este caso se presente una coincidencia, igualmente uno podría manifestar que José Martí, quien fue cronológicamente posterior a Bolívar (Simón Bolívar: 1783 – 1830; José Martí: 1853 – 1895; Diego Luis Córdoba Córdoba: 1907 – 1964), plagió el mismo mensaje del caraqueño, cuando dice: "Hay que ser cultos para ser libres, un pueblo culto es un pueblo libre". Con esta situación lo que pasa es que surge la incertidumbre en torno de si Diego Luis plagió primeramente a Bolívar o a Martí, o a quienes en la antigüedad hayan expresado el mensaje en referencia, teniendo en cuenta que cronológicamente Diego Luis es posterior a ellos.
Todo este asunto lo culmino con un ejercicio a manera de ejemplos para ilustrar más lo anterior, con relación al fenómeno del plagio:
a. Malcom X dijo: "Nosotros declaramos nuestros derechos para ser tratados como personas, y vivir como seres humanos sobre esta tierra, y los conquistaremos por los medios que sea necesario". Yo, Nicolás Emilio García Palacios, podría acomodar esta frase para presentarla como mía, de modo que aparezca con diferente estructura, pero con un mensaje idéntico; así, entre diferentes opciones sintácticas:
a.1 "En el Mundo tenemos que exigir que se nos trate como seres humanos, pase lo que pase, cueste lo que cueste". Desde luego, entre las dos opciones se notan las diferencias en cuanto a la sintaxis, pero no creo que las haya en lo semántico.
b. El mensaje que motivó toda esta carreta sobre plagio o no plagio de mensaje, siendo de Bolívar, Martí, Córdoba o de cualquier otra persona, yo podría atribuírmelo con expresiones como:
b.1. "Quien estudia recibe el brillo de la libertad; pero, quien no lo hace padece en las tinieblas de la esclavitud".
b.2. "Sólo es libre quien rompe las cadenas de la ignorancia".
b.3. "¿Quieres ser libre?, entonces préndele velas a tu oscuridad mental".
b.4. "Si te educas, llegas a la cima de la liberación. Si eres un torpe, estarás en la sima de la dominación".
No quería seguir insistiendo en esta cuestión, pero vale la pena mencionar esto que dijo Epicteto, que fue primero que Simón Bolívar, Martí y Córdoba: "Sólo las personas que han recibido educación son libres". O sea que esclavos son quienes no han recibido educación. ¿Acaso este mismo mensaje no es el que posteriormente transmitieron Bolívar, Martí y Córdoba?, ¿acaso lo que expresa Epicteto no es lo mismo –con diferentes palabras, aunque no se debe descartar que con las mismas- que manifestaron seguramente personas anteriores a él, cabiendo la posibilidad de que efectivamente él haya sido el primero en proferirla?
No haré comentarios de fondo al respecto, solamente invito a que se saque una conclusión de estas dos sentencias, para que se establezca el grado de analogía que existe entre ellas:
1. Martin Luther King Jr. (1929 – 1968): "No me asombran ya los actos malos de la gente mala, sino tanta indiferencia de la gente buena".
2. Albert Einstein (1879 – 1955): "La vida es muy peligrosa, no por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo malo que pasa".
¿Será que existe diferencia semántica entre las dos frases anteriormente citadas? La verdad, no lo creo; ¿entonces, de quién es la frase?
Sobre todo lo anterior quiero dejar las cosas finiquitadas –espero que así sea- con este comentario: Con ocasión de muchos escándalos suscitados por culpa de los plagios, se ha puesto muy de moda pretender justificarlos –sobre esto no me pronuncio de fondo ni a favor ni en contra- haciendo referencia a un concepto denominado "intertextualidad". Básicamente éste dice que "es inevitable que un texto tenga relación con otro"; desde luego, entiendo que para que esto no se pueda ver como algo reprochable debe darse en unas circunstancias de inconsciencia, o se diría que producto de la mera coincidencia de pensamiento, lo cual jamás dejará de ser posible.
Plagio es lo que ha habido, hay y habrá en esta vida. Me atrevo a decir que todos, en algún momento, lo hemos hecho; como hay quienes se la pasan en esto permanentemente. Esta es una maña que se presenta en diferentes escenarios: En lo académico, en lo científico, en lo artístico, en lo laboral, en tecnológico, en lo sentimental, en lo político, en todo. Lo cierto es que, definitivamente, el plagio no es más que la paja mental.
Lo que siempre he creído sobre el caso de Diego Luis Córdoba es que él en algún momento, en el Congreso o en otro escenario, pronunció la mencionada frase. Lo que no se sabe es si él realmente la asumió como de su autoría, o si lo hizo citando al autor (siendo difícil saber cuál fue, pues ha habido muchas referencias al respecto de dicha frase). Pudo haber pasado que él la dijo, pero al no haber citado al autor, alguien consideró que había salido de su mente brillante.

Definitivamente pienso que cuando se trata de algo positivo para la Humanidad, como sin duda lo es el mensaje contenido en la frase que ha motivado esta reflexión al respecto, no hay que caer en el desgaste de escudriñar quién o no lo hizo. ¿Quién hizo el bien?, no importa; lo que importa es que se hizo el bien. ¿Quién hizo el mal?, aquí sí interesa saber quién fue; puesto que el mal no debe existir ni en modo, ni en tiempo ni lugar.

NOTA: Este texto (escrito hace aproximadamente 15 años) fue extractado de mi obra  Negros tenían que ser. 


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DIEGO LUIS CÓRDOBA
Pintura de un gallo

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