Plan infantil
No dije que lo sabía. Guardé silencio observándolos mientras gritaban, buscándolo por toda la casa. Mi padre dejó esos papeles y miró por los dormitorios mientras mi madre apagaba la tele y revolvía por cocina y baños. Incluso mi hermana dejó de teclear en el chat. Cansado de verlos señalé al pequeño armario zapatero del recibidor. Muy rápido mi madre abrió la puerta y agarró al bebé y automáticamente ambos empezaron a llorar. En cuclillas, mi padre puso su mano en mi hombro y preguntó: “¿Por qué?”. No le contesté pero sonreí. Y después le dije: “¿Jugamos papá?"
Torcuato González Toval