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Planes veraniegos para un estudiante de Traducción

Publicado el 20 septiembre 2012 por Ismaelpardo @ismael_pardo
El verano escapa. Huye ya de nosotros y los que pueden agarran los últimos días de verano para hacer lo que más les gusta, como si en realidad no hubieran tenido verano. El verano es largo, aunque para un estudiante de Traducción como yo siempre se le acaba haciendo corto con las miles de cosas que tiene que hacer, y, sobre todo, con las miles de cosas que quiere hacer (que siempre hay sacamos tiempo para todo). Pero, entre que hacemos lo que debemos y lo que queremos, yo he pensado en algunos planes que nos podrían servir para estos meses de verano, para aprovechar esas horas muertas que se nos quedan y que nos den un poco de utilidad.
Aunque he tenido mis pequeñas vacaciones (yo prefiero llamarle «parón escritor», porque no han sido vacaciones de verdad), he estado haciendo muchísimas cosas durante este verano y, a partir de la entrada en el blog Traducir para contarlo, en la que hablaba de las cosas que puede hacer un traductor durante el mes de agosto, yo pensé en lo que podía hacer un estudiante de Traducción durante estos meses estivales.
Aunque ya he dicho que para todos nosotros el verano se acaba haciendo corto (y, bajo mi opinión, así es), no todos tenemos la misma definición de «corto». A algunos, corto les parece cuando tienen que dejarse planes por hacer; a otros, es cuando han hecho todos los planes, quieren más y ya tienen que volver a sus quehaceres.
Sea como sea, yo os voy a dejar algunos planes veraniegos (aunque son aplicables a todas las épocas del año) para estudiantes de Traducción e Interpretación.
1. Leer libros. Siempre he creído que la lectura es muy importante para un futuro traductor (y para el que ya está trabajando como tal), porque no solo aprendemos nuevas palabras, sino que mejoramos la ortografía al ver las palabras mientras leemos, nos ayuda a expresarnos mejor. Tampoco está de más añadir una cosa muy importante: como leer relaja, elimina el estrés acumulado durante la semana. Además, hace que la creatividad y la imaginación se incrementen, cualidades muy importantes, por ejemplo, para las traducciones libres. 
2. Diccionarios. Aunque tengamos un buen repertorio de diccionarios, ya sean en línea o en papel, debemos actualizarlos de vez en cuando y explorar otros nuevos, ya que puede que empecemos a traducir textos de diferentes campos y algunos necesitan diccionarios específicos.
3. Comprar nuevo material. Mi consejo es que compremos cosas que necesitemos, no solo cuando estemos en clase, sino también el día a día. No me refiero a que cambiemos toda nuestra (futura) oficina, sino que cambiemos lo que ya no sirve: bolígrafos, libretas, periféricos para el ordenador... Entiendo perfectamente que ahora no esté la cosa para muchos gastos, así que esta podría ser opcional si veis que no es demasiado urgente.
4. Hacer cursos. El deseo de aprender y las ganas fallidas de un curso Erasmus (como en mi caso) hacen que los cursos que ofertan tanto el Ministerio de Educación como los que son de financiación privada, ya sea en territorio nacional como extranjero, sean un gran atractivo para hacer que nuestro tiempo en el verano sea provechoso. Yo, por ejemplo, el pasado mes de julio estuve haciendo un curso de inmersión lingüística, ofertado por el Ministerio de Educación y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
5. Explorar nuevos campos. Sabemos que a la traducción, a la interpretación y a todo lo relacionado con las dos disciplinas nos los vamos a ir encontrando durante nuestra vida estudantil y, con suerte, nada más salir de la universidad. Aún así, creo que es importante ser un poco polivalente y abrir nuevos horizontes y explorar más a fondo aquellos campos que nos puedan ser útiles o interesantes. Yo, por ejemplo, estuve haciendo un curso de Gestión de comunidades sociales, el cual, por cierto, estuvo bastante bien y del cual aprendí muchísimo.
6. Adquirir herramientas que nos puedan ser útiles. Como futuros traductores que somos, creo que tenemos que empezar a buscarnos un poco las habichuelas en el tema de buscar. Somos unos sabuesos de información y siempre estamos a la espera de algo nuevo o que nos pueda ser de utilidad, como dije hace un tiempo que me ocurría constantemente. De todas maneras, no viene nada mal no solo buscar nuevas herramientas para usar en el mundo de la traducción (y otros), sino también en revisar las que ya tenemos, actualizarlas si es necesario...
7. Actualizar nuestro currículum. Nuestro currículum es la imagen que las empresas ven de nosotros. Aunque sabemos que la cosa no está para tirar cohetes, tenemos que tener esperanza en conseguir un trabajo, ya esté relacionado o no directamente con nuestro futuro. La experiencia es la experiencia y, como estuve hablando hace poco con Nieves, Merche y Curri, bajo nuestra opinión, se va a contratar a aquel que tenga experiencia, aun siendo fuera del campo en cuestión. ¿Por qué? Porque ya ha estado bajo órdenes, ha tenido la responsabilidad, etc. y eso es muy importante.
8. Estudiar. Puede que no todos hayamos tenido mucha suerte este año o es que quizás se ha querido dejar algunas asignaturas para centrarnos en otras. Sea cual sea el caso, tenemos que tener tiempo para estudiar. De hecho, creo que este es el punto más importante y al que hay que dedicar más tiempo... ¡pero sin presiones! Que al final se le acaba cogiendo un poco de tirria al asunto, acabamos desmoralizados y no sirve de nada, por mucho que te sientes horas y horas delante de los apuntes.
9. Preparar Erasmus. Creo que el tiempo previo al Erasmus es un caos en cuanto a preparativos y demás cosas. No lo sé de primera mano, pero lo puedo suponer. Un viaje siempre es algo que tienes que preparar muy bien y si es para un año o más, muchísimo más. Así que supongo que ofrecerle un poco de tiempo a tan importante suceso en la vida de un futuro traductor tampoco está mal, ¿no?
Hasta aquí mis planes veraniegos (aunque deberían ser «vacacionales») para el estudiante de Traducción. ¿Habéis hecho alguno de estos planes durante este verano? Contadme vuestra impresión. Además, obviamente, son bienvenidos los planes alternativos que tengáis en mente para que nuestro próximo verano sea más provechoso. Espero que os haya gustado la entrada.
Nos leemos pronto. ¡Un abrazo desde Málaga al mundo!

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