Es una playa urbana que ocupa completamente el núcleo poblacional y se alarga en algo más de medio kilómetro, ofreciendo además, una anchura considerable. Se ofrece al visitante distintos tipos de servicios turísticos (bares, restaurantes, heladerías) y actividades de ocio relacionadas con el mar.
La playa es de arena muy fina y está flanquedas por acantilado rocoso, típicos de todo el parque natural. En sus proximidades, al pie del cerro Mesa Roldán, tenemos ocasión de visitar otras calas de belleza salvaje, como son la de Arena, Sobras, o Castillo. El acceso a pie es complicado, por lo que una opción es alquilar un kayak y entrar por mar.
A pesar de ser uno de los sitios más concurridos del parque, no deja de ser una zona tranquila, ideal para descansar y relajarse. Presenta además, varias vías donde practicar el senderismo, o zonas de visita en las inmediaciones. Por ejemplo, el antiguo embarcadero ubicado en el extremo oriental, y que está catalogado como Patrimonio histórico Andaluz.
El pueblo de agua Amarga, es una suma de viviendas sencillas con el blanco típico de la zona junto a distintas instalaciones hoteleras. Aunque sigue presentando cierto tipismo pesquero, se ve que el turismo es el sustento del pueblo a fecha de hoy.