Creyó poseer la belleza suprema porque se contaban por miles los bienes a su nombre. Nunca tuvo problemas de liquidez en su cuenta corriente, siempre el éxito le acompañó en sus dias. A su lado se podian observar risas fáciles y serviles tan efímeras como la belleza que poseia.
Jamás se habia parado a contemplar la belleza natural que le rodeaba, devoraba sus dias con frenesí y locura, sin límites . De sonrisa burlona y seductora se pavoneaba de sus conquistas intentando aliviar la soledad que corroia sus entrañas doloridas. En las noches de insomnio las lágrimas hacen su aparición y le sirven de alívio. Quizá la plenitud que creia haber alcanzado se desdibuja en su horizonte.
Pero hoy, un dia cualquiera, ha creido encontrar la plenitud de la belleza por un instante, en la sencillez más inmediata que nunca se ha atrevido a explorar. La mágia de los campos en flor le arrullan con una nana y por fin se encuentra a si mismo.
