La idea de realizar el bizcocho me sobrevino justo antes de iniciar un viaje de unas dos horas y media. En nuestro destino nos estaban esperando con ganas y se me ocurrió que podía llevar algún presente. Este bizcocho era la solución ideal, dado que su elaboración es sencilla; aunque, dicho sea de paso, no tan fácil como el que vimos hace varios días de frutas y amaretto.
Como podéis apreciar en la imagen, el bizcocho les gustó: un poco más y no me da tiempo a echar la foto.
Necesitaréis el típico molde de plum cake alargado. Yo utilicé uno de silicona que me regaló mi madre y que de momento me está dando buenos resultados (luego se ve en una foto). Además, por costumbre, siempre lo embadurno un poquito con mantequilla...
Indicaros que la receta la he extraído, con ligeras modificaciones, del libro "Delicias al horno" de H Kliczkowski (Ed. Parragon Books). Lo encontré en una gran superficie por menos de 5 euros y me ha proporcionado grandes satisfacciones.
Vamos a la cocina!!
Ingredientes:
- 175 gr. de mantequilla (algo más para engrasar el molde después).
- 225 gr. de dátiles deshuesados y ligeramente picados.
- ralladura y zumo de una naranja.
- 50 ml. de agua.
- 175 gr. de azúcar moreno.
- 3 huevos batidos.
- 85 gr. de harina de trigo integral.
- 85 gr. de harina leudante (harina con levadura o bizcochona).
- 50 gr. de nueces picadas.
- 8 mitades de nuez para decorar.
- Ralladura de naranja para adornar.
Engrasamos nuestro molde con mantequilla. El mío era de silicona y no puse más medidas. Si vuestro molde no es de silicona, es posible que la mezcla se os pegue si no está bien engrasado. Podéis utilizar, además de la mantequilla, un poco de harina por los bordes y fondo del molde, o en su defecto, papel vegetal o de hornear.
Precalentamos el horno a 160 ºC.
A continuación comenzamos a preparar el relleno del cake. Para ello, vertemos los dátiles picados, el agua, el zumo y la ralladura de naranja en un cazo. Lo ponemos a fuego medio y comenzamos a mover suavemente, hasta que obtengamos una mezcla suave, similar a una especie de puré.
A continuación, batimos en un cuenco la mantequilla y el azúcar. Respecto a la mantequilla, conviene haberla dejado antes a temperatura ambiente. En caso contrario, tendremos que ablandarla un poco con el microondas o al fuego, pero con cuidado de que no llegue a derretirse del todo. Cuando la mantequilla y el azúcar hayan ligado bien, añadiremos uno a uno los huevos y, a continuación, los dos tipos de harina. Para facilitar esta parte, mezclaremos y tamizaremos las harinas. Lo mezclamos todo bien hasta que nos quede algo así:
Ahora viene la parte más "artesanal". Básicamente, lo que haremos será intercalar capas de mezcla con capas de dátiles. Utilizaremos tres capas de mezcla y dos de dátiles. Es decir:
- Vertemos un tercio de la mezcla sobre el molde. Esta será la base.
- A continuación, vertemos sobre lo anterior la mitad de nuestro puré de dátiles.
- Vertemos el segundo tercio de la mezcla de harinas sobre los dátiles.
- Echamos lo que nos queda de puré de dátiles sobre la mezcla anterior.
- Finalizamos echando el último tercio de mezcla de harinas sobre los dátiles.
Antes de introducir todo esto en el horno, adornamos con unas mitades de nueces. Ponemos en total ocho mitades de nueces sobre lo que tenemos en el molde y, por fin, lo ponemos en el horno.
Dejamos que se hornee durante 1 hora o 1 hora y media (en mi caso fue 1 hora).
Sacamos, dejamos enfriar en el molde y a continuación lo desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla metálica.
Si queremos adornarlo aún más, podemos poner unas tiras de ralladura de naranja por encima.
Qué aproveche!!!