Poco que organizar

> “Yo tengo muy poco que organizarme, por eso no me organizo, me basta con mi mente”

Esta confesión, poco usual porque estás pidiendo que pidan toda clase de favores, no tiene en cuenta unos detalles.

Primero.- La vida cambia rapidamente y a una época de tranquilidad le sigue otra de tormenta

Segundo.- Organizarse, cuando hay pocas tareas cuesta poco trabajo y asegura que todo salga bien

Tercero.- La excesiva confianza es causa de perdición

Cuarto.- Esta puede ser una gran ocasión para aprender a organizarse.

Quinto.- Lo que tienes que organizar incluye tu trabajo y tus responsabilidades, por supuesto, pero también tu vida privada y tus objetivos personales. ¿O cuántas vacaciones has pasado en aburrimiento “sin nada que hacer”?

Sexto.- ¿Cuántas veces te has olvidado de esa idea tan buena para… ¡pero qué era!?

Séptimo– ¿Cuántas veces “no tenías nada que hacer” y, hasta que un día antes te acuerdas de sí, ¡Eso!?

Octavo– ¿Cuántas veces “tener poco que hacer” significa que lo estás dejando “para mañana…”

Número de artícu­los dia­rios con­se­cu­ti­vos: 36