Poemario.001
Publicado el 14 mayo 2018 por Jaferrandez
1971/1976 (retazos de adolescencia)I.para vivir, ser librefeliz, sin torturaquiero que mi corazón vibrey de mi mente sea dueña la locuraqué goce más intensosiento en mi interiorcuando a mi lado tengomi compañera, mi amorel sol debe brillar más fuerteel agua ser más clara y limpiaque me sonría la suerteque sea libre noche y díaII.solo busco una antorchaque ilumine mi sendauna mano amigaque cogida de la míahasta el fin me haga compañía¿la habré encontrado ya?algo me retiene averiguarloy me engaña los ojospara que no vea claramentey un sinfín de obstáculosse alzan ante mi frentey tengo que derribarlostengo que saber ciertamenteque se opone a mi caminoIII.sentimiento insoportablede un amor inalcanzabledesgraciado pensamientoel de una hora, un día, un momentosolo tú hubieras podidosalvarmede éste existir anodinoamándomeIV.como los árbolesfirmes y flexiblesquisiera sercomo la hierbasuave y tupidaquisiera sercomo el aguasimple y claraquisiera sercomo el cieloinfinito y limpioquisiera serV.contenido el gritoparece estallaren mí si lo sujetoel amor y la felicidades mi garganta un arco triunfalpor donde pasala palabra y la verdadson mis manosla bandeja de plataque traspasa y regalala verdad y el amorVI.no puedo reírllorar si puedosolo gotas amargasnacidas de la palmade una manode la caray son granizocuando recuerdoque me negómi apoyoVII.sombrías lunasque iluminan mi frentecomo fugaces plumasde un futuro horizonteque no siendo presentecomo mis amargurastampoco están ausentesy son sutiles sombrasme siento sólidamente ligeroy soy como yo quiero ¿sueño?solo lo imagino y solo quieromentirme a mi mismo diciendotodo eso y aquello y lo otro. Mueroy no quiero y tampoco seguir viviendoVIII.perdido en la locurahundido en la amargurano es mi tiempono el momentootro mundo de dulzurade amor y de ternurasi es mi tiemposi el momentoIX.reclusode mi mismocaídoen el abismomártirde mi tiraníaconvertido en porqueríaX.dar la carasin ser vistogritarsin ser oídorodarpor los caminoslucharcon uno mismocaeren el abismoXI.infinito espacioen la soledadte contemplo despaciobuscando en ti la verdadla verdad de mi sery no cualquier ilusióndestinada a perecercomo una visiónla verdad de mi amory de tanto dolorque retumba como un tambordespués de la cansada laborquisiera saberque sienten las estrellassi también sabenque están solasXII.he intentadopor mil vecesapartarlode mi mentees inútilno hay maneranavega por mi frenteun velero sin banderaun fantasma del pasadoo quizás, un augurio del futurouna niebla le rodeahaciéndole atrayentey algo me empujadesde dentroa seguir su estelapor el espacio tiempoXIII.quisieran mis poemasno ser hojas secasde una mente rotavacía, estrujada gota a gotapor amargos pensamientosy rechazados sentimientosquisieran mis poemasser suaves y dulces frutasde un corazón, no una rocade un vaso, una llena copade lejanos, fuertes vientosverdes hojas, amores violentosXIV.martillos que golpeanal corazóncon tiras y lo laceranal corazóncon ascuas y lo quemasal corazóncon piedras y lo aplastanal corazóny lo atan con sogasde piedras creadaspor manos malvadasy lo pegan martillos piedrasy lo queman piedras ascuasy lo laceran ascuas tirasde suplicios las manos llenastienen esos verdugos hienasXV.largas, muy largasdistanciascortos, muy cortos momentospara tan corta vidalargas distanciaspara tan largo caminocortos momentosXVI.es inaceptablevivir realidadesen un mundoel que éstasestán impuestaspor una minoríaes mejorla ignoranciasin tapujoses peorla inoperanciade los lujosXVII.bailad, bailad pelelesmuñecos de trapo, doncelesde esta generaciónbebed, bebed inútilesel liquido amargo, fútilescerebros sin ilusióncorred, corred tarambanasanimales piojosos, huidde esas ventanasgritad, gritad bocazasinmundicias, que la brisatampoco os escucharáXVIII.rueda carro de indiferenciamuela piedra estrelladacorre flor deshojadavuela, vuela con pacienciallego envuelto en muertosvivo moribundo de mil olasmuero acosado por puercosroto a golpes de sus colasXIX.Una mesa, un vasoun cigarrillo, el cielo rasoun verso, una preguntaunas manos de suave lunael sol brilla más clarouna melodía de amorsuena en una radiosueño con otro calores extraño que caminepor esta tierra de humanosy siga sus pasos y vaciley me tiemblen las manosy me duela el almay el corazón me lloreno comprendo lo que hagoy por eso, solo, muy solo vagoalguna nube me oscurecemi vida no es lo que parecequisiera creer que anochecey no es mi mente que pereceXX.Cansado de morircreando vacíoshastiado de sufrirllorando ríosmolesto por vivirabriendo puertasaburrido de decirque no se cierrande volar solocon alas de barrode hollar el suelocon pies de carrode llorar ausenciasque conmigo rieronpero murieronsin dejar esenciasXXI.Y pensar que lloropor dentroaunque la luz del corome ilumine por altoy mi sombra proyecteal infinito oscuroy no quiero amartey tampoco ignorar tu tactoy la blancura de una tezme oscurece la mentey no veo claramentesi puedo amarte de una vezXXII.No he sentido el calorde unos besos sinceroslibres, amables, ligeroshe palpado el horrory el frío de falsos labiosy el reseco de otros pechosy he sentido dolorXXIII.Un cerebro lleno de vacíouna nuez desnudala cáscara flotandoel metódico cantar de un ríouna cascada muy barbuday yo, sentado, llorandoXXIV.Solo, irremediablemente solodesgraciado, perdido, solohundido, despreciado, solomártir, héroe, poeta, solosolo, irremediablemente soloXXV.Soy un poeta sin musaun héroe sin gloriasun mártir sin recompensaun tren si víaun vaso sin mesasoy un hombre sin patriaXXVI.como una tímida florque se escondecuando quiero su mejillalibarasí es mi amorcomo un farolque por detrásme abrazacon sus rayosasí es mi amorcomo una estrellaque guía mi infinitoy ciego caminarpor la tierraasí es mi amorcomo una fogataque en la fríanoche invernalcalienta mis huesos y mi almaasí es mi amorXXVII. amarguramonotonía de lluviaintuida a través de la lonaopaca de la tiendarecostado en un colchónrelleno de aire de mi pechoy que soporta mis formasarrecia ¿porqué tan fuerte?golpes. más fuerte. aire y aguala brisa marina azotael armazón que nos cubrey levemente levanta la puertay cae de nuevo. amargura(1975)XXVIII. fábulaEra un caballo sin cabezapatas de madera y ruedasEra una joven sin gran bellezasencilla y a toda pruebaUn gran palo, un trapouna bola, una monedaun escorpión y un sapo.Entró por la puertael caballo sin cabezaentró la joven sin gran bellezay no salieron porque no había puertaJugaron con el palocon la bola y con el trapoy la moneda. Al sapoy al escorpión los mataronPasó el tiempo y se aburrieron-Encerrados estamos, dijo el caballo-Solos nos quedamos, replicó la joven-¿Que haremos para no aburrirnos?los dos a la vez preguntaron.Pensaron y discutieron-¡Ya sé!, dijo el caballo -¡Podemos divertirnos!-¿Como? inquirió la joven emocionada-Jugaremos al amor, monada.Ella retrocedió asustaday en la pared quedó apoyada-Yo no juego a eso, ¡es feo!-No te asustes, no lo es,y además daremos un trofeoal que mejor lo haga, después.-Ni así, yo no juego-Pero tonta…., el caballo insistió-¡Que no! chilló más que suplicóllorando, y se puso roja como el fuegoEl tiempo siguió su cursoy los dos siguieron discutiendosobre lo que harían o deberían estar haciendoPor fin el caballo largó un discursoal que la joven, abrumada, cedióy se entregó al juego amorosoa pesar de considerarlo morboso¡Por fin el amor triunfó!XXIX. sombrassombrasgrave oscuridad en el montesombrasni el mínimo fulgor candenteeran invitados de maderarobles altos, orgullosos, sanossubieron tranquilos la laderasus ojos brillaban como lagartosardían en pura incandescenciaeran carne universal para la fiestay en su propia, infantil, impacienciano se percataron de la figura siniestraalta, esbelta, que oculta entre las rocasesperaba, tranquila; la muerte. quietay sus cien veces mil formas yertaseran pura blasfemia cósmicasombrasgrave oscuridad en el montesombrasni el mínimo fulgor candentey al bailar cansinos aquel soncocidos en el cuenco de barrocelebraron, ¡idiotas!, su perdiciónsudando, ¡bobos!, su martiriosiendo ruedas de aquel carrosu premio, decían, era un lirioya la muerte preparaba su festíny antes de la mañana claraconocieron la verdad. el finsombrasgrave oscuridad en el montesombrasni el mínimo fulgor candente© José Antonio Ferrández