Y eso es lo que pasa,
que sale todo del mismo sitio
de un corazón roto, resistente
o convertido en ceniza.
Eso es lo que pasa,
que la tinta de cada poema
tiene tristeza y gritos,
alegrías y silencios.
Después te llaman intimista
y quizá no se dan cuenta
que la tristeza de la poesía
a veces es el reflejo de sus ojos
y no es la sangre propia
la que flota,
es la empatía la que grita
y pide un jodido hueco
en el mundo.
Tampoco entienden
lo más impactante de la poesía:
Ver la belleza
en las cosas tristes.
Si te quema, arde
si te congela, te deshiela,
si es poesía (si es ella, está en todo)
te libera