Revista Diario

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Publicado el 06 diciembre 2022 por Elcopoylarueca

POESÍA UCRANIANA DEL SIGLO XX. POEMAS

«Tan larga es la procesión… ¡Y la campana recluida!»
Lina Kostenko

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Paisaje, David Burliuk, cera sobre papel, 1959.

La independencia, el florecimiento de su cultura y los paisajes naturales y urbanos son algunos de los temas de la poesía ucraniana, donde el amor a la tierra natal y la necesidad de salvaguardar la lengua son expresados, en no pocas ocasiones, con acentos melancólicos que, como niebla bajando a los prados, se expande por la lírica de un pueblo que estuvo sometido al Imperio zarista y, hasta no hace mucho, al régimen soviético. Ucrania logró su independencia en diciembre de 1990 y fue declarada Estado en agosto de 1991.

La fatalidad que suele manifestarse a través de la poesía ucraniana está cargada de razones. Se nutre de la realidad: los zares afirmaban que «la lengua ucraniana como tal no ha existido, no existe ahora, ni existirá en el futuro» —no es hasta 1918 que el idioma ucraniano es recuperado por los organismos oficiales del gobierno.

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Revolución, David Burliuk, collage, óleo y cartón, 1917.

El pueblo ucraniano ha sufrido un largo escarnio: ha sufrido cárcel, exilio, censura, autocensura, extorsiones, rapiñas y demagogias. El atropello no pasa por la vida sin dejar huellas y la poesía es espejo que atrae el alma de sus autores. Es el hombre el epicentro de los versos: el hombre y su futuro; el individuo y la masa; el hombre y su realidad social y política; el hombre y sus esperanzas; el hombre y sus tradiciones… La poesía revela al hombre que ha capitulado y al hombre que se ha liberado.

En el año 1993, la revista Litoral publicó Poesía ucraniana del siglo XX. Todos los estilos estéticos de la centuria, todas las variadas expresiones del espíritu están presentes en este abanico de varillas elaboradas con rimas y también con versos libres. Hay poemas escépticos, oníricos, intimistas, filosóficos, surrealistas, simbolistas, futuristas, introspectivos, idealistas, folclóricos, místicos, existencialistas…

En la Poesía ucraniana del siglo XX leemos metáforas elaboradas, susurradas, insinuantes…, así como desnudas y con prisas por ser escuchadas.

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Revista Litoral, Serie Europea, 1993.

He seleccionado, ahora que las ansias imperialistas de Putin vuelven a azotar la tierra de los graneros, diez de los poemas recogidos en el monográfico de Litoral. Son versos que acompaño con cuadros de un pintor ucraniano que destacó en el movimiento futurista: David Burliuk (1882-1967). 

Poesía ucraniana del siglo XX ha sido traducido por Iury Lech Polanski, a quien también debemos la selección de los títulos y un prólogo conciso y didáctico. La revista incluye notas biográficas de los poetas y de los artistas que en ella aparecen. El número se puede adquirir en Amazon. 

Lectores, hagamos caso a los versos de Igor Kalenech y «peguemos los ojos al cristal / de este enorme acuario».

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

POEMAS

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Cantero, óleo sobre tabla, 1910.

LA COSA
Mijailo Semenko
(1892-1939)

Quisiera que la gente no comprendiera
que de mí se rieran a todas horas
que en vez de saludos sólo viera
un despectivo dedo tieso
todos ellos tan pequeños y tan numerosos
y yo estoy solo
de ellos piensas
que han hecho prisioneras a las ideas
desterraron sus sentimientos
ellos son tantos
yo estoy solo
por eso me siento feliz
melancólico
mis ojos ven demasiado
todas las arterias
percibo las cosas oigo los misterios
siento la respiración
cada cosa respira
y yo estoy solo
quisiera que la gente no comprendiera
que de mí se rieran
que no dijeran que soy una esfinge
ser tan ignorante como todos ellos
que son tantos
y yo estoy solo.

1914 (De Posesión.)

*

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Paisaje, óleo sobre lienzo, 1912.

AL IGUAL QUE TODO LO VIVO…
Evguen Pluzhnek
(1898-1936)

Al igual que todo lo vivo, fluyen las arenas del desierto,
su callado rumor, como el de una corriente de agua
hechiza el alma… ¡Presta atención, soñador!
Lo mejor es oírlo debajo de algún cobijo.

Tampoco prepares las maletas. ¡Deshazte de esos mapas!
Aprende a cerrar los ojos y a esperar,
tal vez sea el tuyo uno de esos espíritus afortunados
que desde una habitación todo lo saben observar.

(De Equilibrio.)

*

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Collage, collage, óleo y cartón, 1914.

EN LA FÁBRICA
Natalia Livetska-Jolodna
(1902)

Máquinas… Máquinas… ¡Golpes, estrépito, rugidos!
Y por encima todo lo recubre un velo de polvillo dorado.
Tus manos —que ya no te pertenecen— percuten obstinadamente.
Así trabajan hasta el anochecer… desde el alba.
¡Tus manos están vendidas!… pero la mente, como un ave,
debajo de los techos, a través de los muros y chimeneas se remonta,
sobre una roca se posa, en las ramas y alambres,
y escucha
cómo el viento vaga despacio por los bosques.
Tus manos son unas prisioneras, venosas y viejas,
y el corazón anhela embeberse de la corriente primaveral.
Gritan dentro suyo los gansos salvajes,
que regresan de su exilio a sus aguas natales.
«¡Oh, ánsar, ansarino!» —pero ellos—
grises, blancos, empenachados…
se elevaron echando a volar…
Tan sólo las máquinas… con sus ruidos
desde la hondura
de mi naturaleza extraen las vetas.

1966 (De Poesías antiguas y nuevas.)

*

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Patito, óleo sobre lienzo, 1907.

GRANÍTICOS PECES
Lina Kostenko
(1930)

Impera el silencio debajo de la extensión marina;
los vientos contienen el aliento…
Grandes peces,
arrojados por sus aguas,
se han fosilizado en las escalinatas de granito.

Exhaustos por el derrame del oleaje,
se han quedado petrificados en una terrible forma retorcida;
duras y negruzcas aparecen sus escamas.
Los nadantes yacen pesados e inmóviles.
Blanquea la sal en las branquias carbonizadas,
en las candentes hendiduras del grisáceo granito.

Incinerado espíritu del fundido asfalto.
Fragante sueño de las magnolias calcinadas.
Siseos viperinos en las húmedas laderas.
El borboteo desesperado de una pequeña ola…
Aquí en el pasado se acumulaba la gleba,
y sus siluetas recordaban a los peces.

¡Había en ello
algo tan inquietante!
¡Había en ello tanta tribulación!…
Pasaba cerca el colosal artista.
Pasaba cerca,
pero no pudo penetrar.
Empleó el cincel —y ahondó las líneas—.
Tallaba el granito recalentado, inquebrantable,
para que la gente supiera
que arduo es para los peces
verse privados del agua a perpetuidad.

(De El Velamen.)

*

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Composición con hoz, ensamblaje, óleo y cartón, 1917.

DEDICADO A LOS LOROS
VASYL SIMONENKO
(1935-1963)

Vosotros, que lanzáis palabras a las muchedumbres,
al igual que viejos alumnos primarios,
¿por qué meramente os dedicáis a repetir?
¿Dónde están vuestros propios pensamientos?
¿Acaso los escondéis por insignificantes?
¿Es que carecéis de ellos por completo?
¿Se os han marchitado las lenguas?

Si se han secado, quedáis eximidos,
es algo que se puede perdonar, sin embargo…
con vuestras lenguas es posible afilar cuchillas
¡o barrer establos!
¿Por qué razón lloráis con lágrimas ajenas,
y saltáis sobre ideas prestadas?
¡Eso es lo que quisiéramos saber!

(De Fría gravedad.)

*

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Un rayo de caballo, David Burliuk, óleo sobre lienzo, 1907.

SE DESPIERTA MI ALMA…
IVAN DRACH
(1936-2018)

Se despierta mi alma,
como si hubiera sufrido una pesadilla,
aunque le pesa demasiado
levantarse y enmudecer,
así que le pregunto:
«¿Alma mía, estás?»
Ella calla pero está,
aunque resulta imposible comprenderla.

Por qué no hablas, le digo,
¿es que ya no eres mía,
es que te asfixias,
alma, hasta el agotamiento?
¿Alma, te encadena la trampa,
la hipocresía de mi existencia
y mi espíritu menguado?

Calla el alma de la opresión.
Enmudece todo mi mundo,
envuelto en la desgracia
en transparentes tradiciones…
Con las desnudas puntas de los dedos
del alma arranco el hielo…
De qué modo hiere a los dedos…
Con cuánto dolor hiere al alma…

(De Carta al viburno.)

*

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

La hoja como protección, óleo sobre lienzo, 1934.

PARA EL MUNDO, UN ESPEJO…
VASYL STUS
(1938-1985)

Para el mundo, un espejo vacío semeja la muerte,
un ratón, el seco rumor de la niebla,
y como un penetrante quejido
aquella tenue voz irrumpía en su cuerpo.
El espíritu ascenderá. Furtivamente, la derrota
comenzó a sesgar la voluntad de su garganta,
hasta que las superficies azogadas
estuvieron bañadas en sangre.
La noche se desliza como sobre un cristal.
¿A qué esperas entonces ánima para levantar un muro?
Serás observada. Vigilada. Sometida. Te sacrificarán.
Crujió el cristal con un sonoro cántico trunco.
Resonaron los filamentos de una cuerda desgarrada.
El espejo deshabitado se quebró en fragmentos.

(De Una vela en el espejo.)

*

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Homenaje a la esposa del artista, óleo sobre lienzo, 1945.

QUERÍA SER PERSONA…
VASYL HOLOBORODKO
(1946)

Quería ser persona.

Para no tener que bailar: se amputó una pierna
(dejó de visitar hasta a los amigos),

para no combatir y gesticular indecencias: se arrancó los dedos
(hasta era incapaz de pelar una manzana),

para no oír palabras obscenas: se extrajo las orejas
(también dejo de oír las bellas),

para que no le tildasen de narigudo: se torció la nariz
(y le quedó chata),

para no ver a los sapos: se pinchó los ojos
(las rosas ya no pudo contemplar),

para que no se le escapase alguna incoherencia: se cortó la lengua
(no tuvo tampoco más palabras gentiles para su amada).

Cada día llevaba a cabo
alguna operación plástica sobre su cuerpo,
para parecerse a otros, a todos.

(De Ventana voladora.)

*

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

El tiempo, óleo, 1910.

NO SÉ SI ESCRIBO VERSOS BLANCOS…
OXANA PAJLOWSKA
(1956)

No sé si escribo versos blancos.
O si escribo versos negros.
No compongo versos libres.
Escribo versos encadenados.
Porque la tierra gira y yo de pronto siento
cómo crujen en ella los huesos
de aquellos que combatieron por una idea,
y de aquellos que combatieron contra ella.

De quienes lucharon,
y de los que no lucharon.

De unos
y otros
crujen
en la tierra
los huesos.

Y yo pregunto a los gobernantes: ¿acaso puedo llorar?
Y yo pregunto a los responsables: ¿puedo vestir de luto?
Y ellos responden con una negativa.
Mientras tanto la tierra sigue girando.
Y yo siento cómo crujen en ella los huesos.
Así que no preguntaré a nadie, si es posible llorar.
Ni tampoco querré saber si puedo vestir de luto.
Lloraré por aquellos
que ya no están y que jamás estarán entre nosotros.
En aquel instante se encenderá dentro de mí
una vida nueva.
Será entonces cuando pueda escribir un verso blanco.

(Publicado por primera vez en la revista Litoral.)

*

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

Ofelia, dibujo, 1965.

EL AMOR
OXANA ZABUSHKO
(1960)

Los abrazos se escurrieron como el agua,
y nuestras sombras separó el sereno…
No es ni un sacrificio, ni una pasión, ni un don;
simplemente la tentativa de permanecer viva.
Desde los insanos precipicios de las ciudades,
en lo alto de sus agónicos castigos
llamea el volátil aposento.
Las desnudas manos entrelazadas.
Y mientras dure este sol nocturno,
mientras sus llamas continúen ardiendo
ámame, estremécete, mantén despierto con un grito
¡este —último— instante al filo vivo!
Se han resquebrajado los cristales de la noche,
de un marco salimos, como si fuéramos un retrato;
sin embargo de los labios, al igual que una desapacible lágrima,
sólo se escapa un suspiro…
Así se deseaba respirar,
pero el pecho está completamente perforado,
y se entumecen las marcas del cuerpo
con el contacto del cálido viento.
¿Desde cuándo, de qué manera, y por qué
se ha instalado en el techo este cadavérico reflejo?
Mira, amado mío, qué hay al otro lado de la ventana.
Él así lo hizo, y a continuación dijo:
—El desierto.

(De El dirigente de la última vela.)

Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas.

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Los vagabundos (Máximo Gorki). Novela.

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1984 (George Orwell). Película (Orson Welles).

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La entrada Poesía ucraniana del siglo XX. Poemas. se publicó primero en El Copo y la Rueca.


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