Como bien me dijeron al pasarme la receta, si se le añade arroz blanco o cuscús (cous-cous), podemos convertir una simple muslo o pechuga de pollo en un plato único bien equilibrado.
Bueno, solo una puntualización, yo he hecho la receta con pechugas (porque era lo que tenía en casa) pero en la original se usaban las patas. Este dato se tendrá en cuenta para el punto de cocción de la carne, toda vez que las pechugas son más secas que las patas y hay que cuidar que no se pasen de cocción y se sequen.
Y aquí entra en la segunda diferencia con la receta original, primero he ligado la salsa de naranja y después he añadido el pollo para que no se resecara, en la original se cocina el pollo con la cebolla y manzana y después se añade el zumo de naranja.
6 medias pechugas de pollo ( en la receta original 8 muslos de pollo)
2 cebollas
2 manzanas medianas maduras (o 1 si es muy grande)
un puñado de pasas sin pepitas
el zumo de 3 naranjas
aceite virgen extra
sal y pimienta
Se pone el aceite en una sartén y se marcan las pechugas (o los muslos) previamente salpimentados. (Si se quiere se pueden pasar primero por harina), una vez dorados reservar.
Cortar la cebolla en juliana y poner en la sartén. Salar la cebolla para que sude y poche mejor.
Descorazonar y pelar la manzana, cortarla en pequeños cubos y añadir a la cebolla cuando está coja color. Rehogar.
Añadir las pasas y remover.
Aquí en la receta original incorporaban el pollo y después el zumo de naranja, yo he añadido el zumo de naranja, he ligado la salsa y por último he añadido el pollo el tiempo suficiente para que se haga en la salsa cogiendo el sabor pero sin que se seque.
Os dejo también la foto que me envió Ainara cuando me pasó esta receta