Ella siempre veía el lado positivo de todas las cosas, él en cambio... vivía en un mar de dudas constante. Para ella, cualquier circunstancia ofrecía una posibilidad : si salía bien, una experiencia, si salía mal, un aprendizaje. A todo le encontraba la manera de ser productivo. Él no hallaba consuelo en nada, todo era discutible y poco fiable, nunca se arriesgaba para no perder. Ella siempre seguía hacia adelante, teniendo el no de entrada y no pudiendo perder más que eso. Ella era una fuente de sabiduría, él era un pozo de debilidades. Donde él veía un obstáculo, ella veía una oportunidad. El día que el destino los unió, ella le enseñó que había que enfrentarse a las cosas por feas que se presentaran y él descubrió que si no lo intentas, te quedas siempre con la duda de lo que podría haber sido. Él, poco le aportó, tan solo compañía, que es a veces la gran ausente de las personas decididas. Ninguno de los dos se andaba buscando, pero un día se encontraron y aunque a simple vista no tenían nada en común, los polos opuestos se atraen y es por ello que no hay quien los separe porque cada día tienen algo nuevo que descubrir juntos , muchas experiencias que discutir y valorar y un mundo nuevo esperando a ser descubierto en sus pros y en sus contras.
P.D: Recuerda que solo explorando nuevos caminos, encontrarás nuevas realidades . Y nunca te quedes con la duda de lo que podría haber sido, porque el tiempo no perdona....