A la hora de elegir las plantas que acompañen a la piscina debemos elegirlas con cuidado, no lo podemos tomar a la ligera. Hay que tener en cuenta los cimientos de la piscina, y en el caso de que las haya las canalizaciones subterráneas de esta. También las plantas que coloquemos han de estar a una distancia suficiente del agua para evitar, o al menos minimizar, la caída de las hojas al agua. Y sobre todo, las plantas que pongamos han de quedar bien, que nos deleiten al observarlas.
Hay distintos tipos de palmeras cada una se adapta mejor a un clima y a unas temperaturas determinadas, pero hay para todo el mundo.
Si no queremos palmeras existen otras elecciones, lo importante es que estas sea de hoja ancha, porque manchan menos el agua. Algunas de estas plantas son los bambúes, o la aralia.
Una opción diferente es la de poblar los alrededores de la piscina de arbustos, podados en forma de bola, por ejemplo el acebo japones .