POR EL BIEN DEL PERÚ.
Escrito por Luis García Miró Elguera. (DIARIO EXPRESO).
Ejemplo de madurez y dignidad ha dado el Perú político, tras reunirse todos sus líderes con el presidente de la República en palacio de gobierno. Una tesitura de unión, frente a los asuntos de Estado. En este caso, el espinoso tema La Haya. Ha sido un gesto indispensable para que entienda el mensaje tanto la ciudadanía como la comunidad internacional. El Perú está unido frente a los avatares serios. No es que la coyuntura se perfile muy preocupante; pero tampoco es agua de malvas. Una reciente encuesta en Chile revela que el 57 por ciento de su población rechazaría un fallo de la Corte Internacional contrario al antojo chileno de seguir apoderándose de una franja del Pacífico que pertenece al Perú, arguyendo tesis alambicadas que no resisten el menor alcance de la jurisprudencia mundial en materia de límites marítimos.
Punto a favor del presidente Ollanta Humala. Era el momento preciso, el gesto necesario para exhibir, abiertamente, que el país está por encima de cualquier rencilla partidaria y ajeno a los apetitos personales y partidarios. Porque a nada conduce que el gobernante de turno persiga a sus pares que gobernaron antes que él. Eso es la expresión más exquisita del primitivismo y el subdesarrollo. En tiempos importantes –como ahora–, se precisa cohesión nacional expresada en el respaldo al jefe de Estado que ejerce la representación del país.
Sabemos que en la última década Chile se ha preparado militarmente para amedrentar al Perú, de cara a nuestro justo reclamo marítimo. Ha invertido US$6 mil millones en armamento de avanzada tecnología. En esos tiempos nuestra nación aún no contaba con los recursos necesarios para equiparar a sus FF AA con las chilenas. Seguíamos intentando remontar una crisis de proporciones cósmicas, fruto de cuatro décadas años de delirios socialistas, populistas, demagógicas que nos colocaron medio siglo a la zaga de Chile. Tanto en lo militar como en lo económico. El vecino del sur había aprovechado nuestra estupidez para derrotarnos en el campo geoestratégico del progreso.
Hoy, sin embargo, estamos en aptitud de invertir esa corriente. Perú es el país que más ha crecido en Latinoamérica a lo largo de los últimos años como resultado de tres lustros de perseverancia en políticas macroeconómicas prudentes, serias, inteligentes, de integración al mercado mundial, atracción a la inversión privada, respeto y aliento al emprendimiento particular, disciplina en el gasto público. Año a año hemos multiplicado las exportaciones; tenemos más reservas internacionales que casi todos los países de la región. En otras palabras, nos hemos acercado vertiginosamente a Chile después de un vergonzante y sostenido ciclo de deterioro cortesía de las políticas trasnochadas de nuestra izquierda. Lo que equivale a decir que si bien no tenemos un arsenal de armas equivalente al de Chile, contamos con una economía más pujante que la del vecino por haber andado a mayor velocidad hacia el desarrollo. Esta es la guerra que necesitamos ganarle a Chile. La del éxito y el progreso. No la militar. El presidente Humala necesita comprender que pasaría a la historia como un felón si es que, a estas alturas, decidiera romper el círculo virtuoso que nos acompaña hace ya dos décadas, cambiando nuestro exitoso programa económico por el libreto fracasado cubano-chavista de la izquierda sudaca.
FUENTE: DIARIO EXPRESO. http://www.expreso.com.pe/el-mundo-al-reves/por-el-bien-del-peru