Revista Talentos

Por el poder de un chupete...!

Publicado el 14 noviembre 2016 por Francine @diariofrancine



Por el poder de un chupete...!
Cuando nació mi primer hijo, el chupete fue un extraño debate o más bien una guerra, ja!

Si bien, era una ilusión de esas incomprendidas ( por la mujer) La idea, de ver a mi bebé en un envidiable y profundo sueño, sobretodo en épocas de noches blancas, se había transformado en algo, ¿Cómo decirlo? Ah si, si...Obsesivo.  


La paz y la ternura, en mi pequeño que soñando quizás conmigo, al ritmo con el que succionaba la tetina en una calma absoluta, era una idea fija pero utópica porque cuesta asumir un poco mucho, que "cuando el niño no quiere el chupete, probablemente no lo querrá nunca" y es ahí, cuando una madre primeriza o no, comienza a creer y a confirmar que los niños desde pequeños, tiene la capacidad de elección y de dominación. Ooohhh!

Pero volviendo al tema...los primeros días o más bien las primeras horas, luego del parto, el chupet, sería sólo un "amor ficticio" y duró el tiempo en lo que tardaría en subir la leche porque cuando por fin comprendió que de mí, no solo obtendría cariño sino también su alimento, los tetes* comenzaron a formar parte del decorado y a pesar de mis varias compras (todas en vano) ninguna forma ni color le convenían. 


Vamos! Fue una gran decepción, aunque quizás, no era del todo una mala idea ( eso lo supe después) y que sería mejor que jamás probara, lo que debería dejar cerca o con suerte a los 3 años. 


Puedo decir que dentro de lo bueno...lo malo fue que a pesar de no querer chupete yo, Francine, ejercía el reemplazo y durante 11 meses, me encontré a su entera disposición, día y noche, en cualquier lugar y a cualquier hora. 

Imposible negarlo, fue una época especial donde compartíamos todo, hasta la cama y aunque más de una vez, me despertaba con unas súper contracturas como cualquier madre que duerme con un hijo, cuando la cama sólo tiene las medidas para los padres.


 Así fue, como el chupete nunca más, sería un tema de conversación, hasta que hubo un día...

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