Siguiendo el rastro que dejas en el suelo con tu ropa mojada,el olor de esa colonia barata ha sido destronado por el de mi saliva,sé lo que estás pensando, yo inventé esos pensamientos y los sembré en ti.Mi pequeña chica perdida, siempre repleta de dudas, con la inseguridad como bandera, reflejada en los ojos más preciosos que jamás vi.Tus dudas insondables enmudecen cuando me acerco a ti, tú lo sabes, y yo también.Siempre he sido la maldad que te falta, el primitivismo y la temeridad que tú nunca has tenido.Y tú, mi corazón en potencia, mi alma prófuga, mi ternura obsesiva.Yo el sexo y tu el suspiro.
Aún no he llegado hasta ti y ya puedo imaginarte, desnuda y expectante.Oigo el movimiento nervioso de tus pies descalzos contra el suelo.Sufre un poco más, preciosa.Esta vez no habrá limites que respetar, ni ordenes que obedecer.
Y navegar desde tu boca, hasta aquello que desconoces.Y difundir el precepto de tus curvas, acallando los gemidos, golpeando los latidos.Y hacernos nudos de cereza, mientras se me escapa tu muslo sudado de entre las manos.Porque cada espasmo tuyo me pertenece, me beberé tus lágrimas esta y todas las noches,y yo te enseñaré a diferenciar lo que está bien de lo que está mal.
Tengo toda tu ropa en una mano.Te encontré.