Hay días de escarcha que amaneces con el rocío en los labios, las palabras en el rímel y en la nariz unas vocales que brillan con purpurina. No necesitas colorete porque lo llevas en el dobladillo de la falda, ni siquiera tacones para alzarte y alcanzar esa estrella que ya tienes en las manos.Son días en los que te atreves a patinar aunque sabes que te puedes volver a romper el pie, en los que el brillo de las miradas se cruzan y se besan.Días en los que el recuerdo se hace dulce, y te pones la chupa de cuero y unos vaqueros para coger la bicicleta y salir a pedalear hasta lo más alto de la Torre Eiffel.En los que sabes que nada será tan sencillo como elegir entre un helado de fresa o chocolate.
Por la vía del tren
Publicado el 06 enero 2013 por Evamric2012Hay días de escarcha que amaneces con el rocío en los labios, las palabras en el rímel y en la nariz unas vocales que brillan con purpurina. No necesitas colorete porque lo llevas en el dobladillo de la falda, ni siquiera tacones para alzarte y alcanzar esa estrella que ya tienes en las manos.Son días en los que te atreves a patinar aunque sabes que te puedes volver a romper el pie, en los que el brillo de las miradas se cruzan y se besan.Días en los que el recuerdo se hace dulce, y te pones la chupa de cuero y unos vaqueros para coger la bicicleta y salir a pedalear hasta lo más alto de la Torre Eiffel.En los que sabes que nada será tan sencillo como elegir entre un helado de fresa o chocolate.