Hace casi 18 años tomé esta diapositiva, el otro día la escaneé. Fue mi primer viaje a Cuba en Febrero del año 92 (el mismo en que Luis Yañez montaba en España el show de la Expo de Sevilla). Aquel viaje marcó un antes y un después de la idea que yo tenía de la Revolución cubana, no era un viaje de turismo de sol y playa (ni de turismo sexual como la mayor parte de las personas que iban en aquel vuelo de Cubana), ni tampoco un viaje de turismo político rodeado de cederistas (CDR) y militantes del PCC, de los que agasajan a la gente que viene invitada por el régimen para que vean cómo allá se tiene dignidad y, como dice el cartel, "no hay nada imposible de conseguir". He vuelto a ir un par de veces a la isla por temas universitarios, donde los compañeros de allí, tanto profesores como alumnos, con sus limitadas posibilidades, me han ofrecido el calor de su amistad, pero a su vez me han permitido ver la realidad de una situación que deja de ser muy diferente de lo que en su día pensamos en Europa. Cuba es un régimen totalitario, que a lo más que aspira es a sobrevivir con el turismo sexual y cuatro cosas de mala calidad. El bloqueo de los EE.UU. que ha sido brutal no puede ser considerado hoy, cincuenta años después, la única justificación para un sistema económico y político que no consigue dar a los cubanos y cubanas lo que necesitan. A diferencia del gran ejemplo totalitario, China, en la isla no se ha conseguido, si quiera, implantar el capitalismo de Estado, y en todo caso existe el capitalismo de los beneficiados por el Estado. En Cuba las clases sociales están marcadas por la relación de cercanía con las cúpulas burocráticas del sistema de gobierno. El seguir ironizando, como se hace desde algunos blogs de izquierda sobre la detención de Luis Solana, me parece una falta de respeto, no tanto hacia él (que por cierto ya se podía haber jubilado), como a los cubanos y cubanas que en la Isla para acceder a Internet (restringido a residentes extranjeros, altos cargos y funcionarios autorizados por el Gobierno) tienen que pagar por una hora de conexión a Internet en lugares públicos (hoteles y cibercafés) cuatro euros, un tercio del salario medio, además de llevarse la represión del gobierno por decir lo que piensan en un blog. No creo que lo que tenemos en España sea socialismo, ni mucho menos, pero tampoco pienso que Cuba sea un ejemplo para nadie, y menos para nadie de izquierdas.
Postdata: Esta noche vienen los únicos Reyes que me gustan... Suerte a tod@s, y suerte a los cuban@s para que les traigan al menos la libertad que todo ser humano se merece.