Por qué los actores debemos respirar con el diafragma y cómo hacerlo

Actriz: Marga Benedicto

Seguramente te pases el día aprendiendo o mejorando tu técnica de interpretación, pero no te hayas esforzado en la misma medida trabajando tu respiración. Y es que, como respiras de forma automática desde que naciste y hasta ahora no te ha faltado el aire ni durmiendo, seguro que piensas que lo haces perfectamente y que no hay que darle mayor importancia. ¡Pues estás muy equivocado!

La respiración también tiene su técnica y la mayor parte de los actores la desconocen. Sin embargo, aunque las comparaciones son odiosas, los cantantes están concienciadísimos de la importancia de entrenar su respiración para cuidar la voz, eliminar la ansiedad y tener una mayor capacidad pulmonar.

Y tú, ¿sabes si estás respirando bien o mal? ¡Veamos!

¿Cuál es la respiración correcta?

Comenzaremos con un sencillo ejercicio: pon una mano en tu pecho y otra en tu vientre. Ahora realiza una respiración profunda y observa cuál de las dos manos se ha movido al tomar aire y cuál al soltarlo. Si quieres repetirlo para fijarte bien, hazlo cuantas veces necesites.

Si al inhalar (tomar aire) desplazaste la mano del pecho y al exhalar (soltar el aire) la del abdomen, sentimos decirte que estás realizando una respiración incompleta o corta, que es la conocida como respiración torácica.

Por tanto, la respiración correcta sería aquella en la que se “hincha tu tripa” al inspirar y se contrae al exhalar. Por eso se le llama respiración abdominal o diafragmática. 

Puede que esto de “respirar con la barriga” te parezca raro, antinatural o complicado, pero te aseguramos que no es así. De hecho, es la respiración que hacías cuando eras niño y la que sigues haciendo sin darte cuenta cuando estás relajado, por ejemplo cuando duermes (¡fíjate esta noche, es muy curioso!).

Sin embargo, los adultos, que nos pasamos el día estresados, nerviosos u ocupados, hemos cambiado nuestro tipo de respiración inconscientemente, pasando de la diafragmática a la torácica, y éste es un mal hábito que conviene corregir.

Recuerda: la respiración correcta es la diafragmática o abdominal, y únicamente debes utilizar la torácica para momentos puntuales (por ejemplo, cuando hagas ejercicio físico).

¿Qué beneficios tiene la respiración diafragmática?

Es mucho y muy beneficioso lo que consigues gracias a éste tipo de respiración, tanto para castings y actuaciones, como para tu vida actoral en general. Y es que la voz y el cuerpo son los principales instrumentos del actor. Ambos van a funcionar mucho mejor gracias a ésta respiración.

• Al tratarse de una respiración muy profunda, reduce el estrés y la ansiedad. Ya verás como te viene genial para permanecer en calma en los castings o cuando te subas a un escenario.
• Oxigena mejor la sangre, lo que te dará un plus de energía y, con la de cosas que tienes que hacer, seguro que lo agradeces.
• Mejora la circulación (¡fundamental, es tu gasolina!)
• Los pulmones se expanden por completo, aumentando su capacidad y flexibilidad. Tener los pulmones en forma es imprescindible para que jugar mucho tiempo con la voz sin dañarla.
• Produce un masaje en los órganos abdominales. ¡No sólo tu piel necesita masajes, los órganos internos también requieren sus cuidados aunque no se vean tanto!
• Favorece el tránsito intestinal.
• Te ayuda a encontrar el equilibrio y a relajarte.
• Mejora tu actividad física y mental. Y esto, como actor, debe ser una prioridad.
• ¡Y mucho más!

Si hacemos la comparativa, la respiración torácica o incompleta permite una menor entrada de aire, siendo más rápida y menos profunda que la diafragmática, por lo que no tiene los beneficios que te acabamos de contar.

¿Cómo se respira con el diafragma?

Vamos a empezar repasando un concepto importantísimo que todo actor debe conocer: el diafragma es el músculo que separa los pulmones de los órganos abdominales. Por tanto, está justo debajo de tus últimas costillas.

Es precisamente éste músculo el que, al hacer este tipo de respiración, desciende cuando inhalas y, a continuación, retrocede a su lugar inicial cuando exhalas. Así, tus pulmones consiguen llenarse por completo de aire (algo que no ocurría con la respiración torácica, que se llenaban parcialmente).

Para que “cambies el chip” y comiences a respirar a diario con el diafragma, te recomendamos lo siguiente:

• Todos los días, regálate unos minutos para ser consciente de tu respiración. Por ejemplo, antes de dormir o cuando te levantes por la mañana.
• Túmbate boca arriba y coloca una mano sobre tu vientre y otra sobre tu pecho (como hicimos en el ejercicio de antes).
• Te ayudará ponerte algo de peso en el abdomen las primeras veces como, por ejemplo, un libro.
• Al principio, como te costará modificar el tipo de respiración, te recomendamos que vacíes tus pulmones haciendo un par de exhalaciones o cortando la respiración por unos segundos. Así necesitarás inhalar aire, y podrás arrancar correctamente.
• Inspira lentamente, tratando de elevar la mano de tu abdomen (y levantar ese libro, si te pusiste algo de peso).
• Aguanta un poco el aire dentro de ti.
• Expulsa ese aire despacio, haciendo descender tu vientre (el libro descenderá también).
• Con calma, vuelve a repetir este ciclo hasta que sientas que has entendido el proceso.

Una vez domines este tipo de respiración tumbado, podrás practicarla sentado, andando, actuando, o haciendo las acciones habituales de tu día a día.

Algunos consejos interesantes:

• Practicar meditación, yoga o pilates ayuda muchísimo a controlar este tipo de respiración.
• Evita ponerte ropa ajustada a la altura de los abdominales, pues ésta dificultará el movimiento del diafragma.
• Los hábitos se adquieren a base de repetición. Así que procura ser constante y ya verás como en poco tiempo dominas esta técnica.

Para terminar, no olvides que una respiración consciente será el punto de unión entre el mundo que vivan tus personajes y el tuyo.

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