¿Por qué se rompe?

Publicado el 19 enero 2011 por Almaconarte
Un bonito día el joven Marcos necesitaba imprimir algunos documentos. Para su sorpresa la impresora frenó en seco con una advertencia para que la enviara al servicio técnico. Marcos, haciendo caso del mensaje que le mostró la pantalla de su pc, se dirigió en busca de una inmediata reparación. Para su sorpresa tres lugares, completamente diferentes, le hicieron la misma recomendación: "una nueva es la mejor solución". Marcos, con conocimientos técnicos necesarios y algo de sana curiosidad, decidió buscar el mismo una solución en red. Para su sorpresa su impresora estaba en perfecto estado, el único problema que ésta tenía es que había alcanzado el número de impresiones en las que el fabricante databa su vida útil. Marcos necesitaba una respuesta para su reto, en apariencia inexplicable. A través de diversas webs que le hicieron viajar por medio planeta dio con la solución: un pequeño chip contabilizaba las impresiones,al llegar a la número 5000 lanzaba de forma automática un mensaje de alarma y paralizaba la impresora. Para suerte de éste, un informático ruso desarrolló un pequeño freeware con el que resetear el susodicho chip. Marcos probó su instalación y ejecución, y; para su sorpresa, su impresora volvió mágicamente a la vida.
Este es el bonito cuento que guía los pasos del espectador durante el documental de firma española "Comprar, tirar, comprar".
Hace poco tuve una experiencia personal con la obsolescencia programada (termino técnico para referirse a la programación de las cosas para que se rompan). Fui a comprar una pieza nueva para mi pc, porque la antigua había dejado de funcionar. Ante mi asombro el dependiente me dijo: "no es normal que te haya durado 3 años cuando su vida útil es 1". Sabía que las cosas se rompían, pero no me había parado a pensar lo deliberado de este hecho. Está programado, con todas sus letras, en mayúsculas y subrayado. Los ingenieros tienen la tarea específica de hacer productos frágiles con una fecha de caducidad determinada que hace que se rompan para que sea necesario comprar más. Lo que es impensable en otros países, que apuestan por la reparación, no existe en el primer mundo, encantado con una nueva compra. Adoramos lo que una nueva pertenencia significa, y más si esta cuenta con lo mejor. Olvidamos que se romperá tarde o temprano. Pero está claro que pasará.
Algo que si me ha quedado muy claro tras el visionado de este programa es que sí es posible crear productos duraderos. Podría hacerse si se quisiera, pero eso supone acabar con el modelo de economía actual (cosa que no es del agrado de muchos). Puedo comprender que antes se supusiera que nuestro planeta es un lugar donde los recursos son ilimitados. Pero como seres humanos hemos crecido y comprobado que no es así. A pesar de esto seguimos con el mismo sistema de cosas que se rompen y se acumulan aquí y allá en vertederos.
¿Es posible vivir con productos no perecederos? Yo creo que sí. En los libros, por ejemplo, no existe una obsolescencia programada del mismo modo. Es decir, el libro no se cae a pedazos tras mil pasadas de hoja. Funciona de otra forma, y lo hace a las mil maravillas.
En fin, me encuentro en modo furioso ante DonDinero cuando la Tierra se haya más que enferma.
Se despide
Xii
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