Voy a tocar un tema controversial. Unos dicen que no les interesa y que pasan de las listas. Generalmente son los que no están en ellas. Algunos se desesperan porque ven que transcurren las semanas y sus libros no aparecen o desaparecen tras un leve destello. En la página Generación Kindle de Facebook se habla constantemente de figurar en las dichosas listas y aunque algunos digan que les va muy bien fuera de ellas, porque cuando les compran un libro suben 50 puestos (lo cual dudo mucho), estoy segura de que les encantaría estar entre los más vendidos.
La razón es muy sencilla, cuanto más arriba, más posibilidades tienen de vender, y claro, otro argumento es que no les interesa hacerse ricos vendiendo en Amazon, en lo que tienen razón, pues los precios no lo permiten, al menos a quienes tienen los libros a menos de un euro. ¿Pero por qué entonces el deseo de ser visible? Si no es por vender y hacerse ricos, supongo que es porque desean ser leídos, y más que ser leídos, porque desean que alguna editorial se fije en sus libros, como ha estado ocurriendo y creo que seguirá sucediendo.
Se ha hablado hasta el cansancio de que vender por cuenta propia en Amazon da más libertad, pues se tienen las cuentas claras, se puede quitar y poner el libro cuando se desee, cambiar la portada, mejorar la edición y en fin, tener más dominio sobre la propia obra. Estoy de acuerdo.
¿Pero cuáles son las ventajas de publicar por medio de una editorial?
Que los puestos en las listas no son eternos. Se llega al primer lugar y se mantiene un promedio de cuatro o cinco semanas, luego el libro da paso a otros que también empiezan a cobrar fuerza y así los primeros lugares se van turnando. ¿Qué sucede cuando los libros dejan de ocupar la primera página de los veinte del ranking? La gente los deja de visualizar y por lo tanto se dejan de vender. Por otro lado, llegará un momento en que la mayoría lo habrá comprado si la venta ha sido masiva, entonces no queda otro camino que la retirada. Tarde o temprano ocurrirá, pues todos los días se publican nuevos libros, sea por medio de editoriales o autopublicados. Bueno, también cada día habrá más gente que tenga un lector electrónico, pero si no están los libros a la vista, es más difícil que se vendan.
Si el autor de un libro es fichado por una editorial, tendrá el respaldo de pertenecer a un sello que hará que su libro cobre nueva vida en otras tiendas digitales, y hasta tal vez se animen a publicarlo en papel si las ventas siguen bien, lo cual daría otra categoría a la publicación. Puede desaparecer de la lista de Amazon, pero seguirá vendiéndose en otras tiendas y librerías. Si tiene la suerte de firmar con una editorial internacional, es probable que su libro llegue a otros países. Algo que actualmente está sucediendo con Amazon, siempre y cuando logren entrar a la lista de los Best Sellers de Amazon.com, y puedan vender en América, a su potencial cantidad de lectores hispanoparlantes, aunque también se venden a través de Amazon en la Unión Europea, lo cual nos lleva otra vez a la importancia de los rankings.
En el grupo de la Generación Kindle se da más importancia a las ventas efectuadas en Amazon.es (España) y solo se maneja esa lista. Creo que deberían direccionar su promoción hacia Amazon.com, pues no solo son los 52 millones de hispanos que viven en EEUU, sino toda Sudamérica, excepto Brasil. Para los que no sepan como visualizar dicha lista pueden clicar AQUÍ
Me he encontrado con la sorpresa de que desde España les es muy difícil acceder al sitio directamente, al menos mi amigo escritor Ricardo Lampugnani así me lo hizo saber, motivo por el que hago la aclaración.
En ese ranking figuran escritores como Jordi Díez, Armando Rodera, Juan Gómez-Jurado, Xavier Giménez Sasieta, Fernando Trujillo Sanz, César García, Ángeles Goyanes, Eva García Sanz, por mencionar a los que conozco y yo, Blanca Miosi, de manera que no veo por qué pierden esa tremenda oportunidad.
Hay quienes prefieren estar en la retaguardia. Colocan unos precios comparables a los precios de libros en papel y dicen que no bajarían sus precios porque se estarían desvalorizando como escritores. Es probable que tengan razón, pero a ellos no les interesa estar en ninguna clase de lista, es decir, prefieren dejar de vender, pues quien no se da a conocer, no vende. Es así de sencillo.
Personalmente pienso que es importante formar parte de las listas, tanto si se quiere vender, ser leído, difundir la obra o firmar con una editorial. Al final los libros, como en cualquier librería, quedarán rezagados porque la cantidad de escritores aumenta exponencialmente y cada día vemos también más libros digitales respaldados por editoriales que entran con fuerza a precios muy competitivos. Cada vez será más difícil publicar con escasa calidad y tener la oportunidad de ser fichados, pues las editoriales harán acopio de los libros que tienen en sus filas para vender versiones digitalizadas a precios de ganga. Lo cual es mejor que no vender nada. Han comprendido que Amazon es una vitrina, tanto para escritores como para editoriales. Es decir: exponen los libros de sus autores y saben que mucha gente los verá y conocerá, y será la misma gente que después irá de librerías a comprarlos en papel o los pedirá por Internet.
Pero… ¿Todos los que ocupan lugares prominentes en Amazon acaparan la vista de las editoriales? No. Pueda ser que algunos estén por algunas semanas debatiéndose entre los primeros veinte puestos, pero no será garantía de fichaje. Dependerá en gran medida si la obra vale la pena y si es lo suficientemente comercial para llamar la atención de una editorial.
Yo aconsejaría lo que siempre digo y me vuelvo reiterativa con ello: Mientras tanto, hagan una revisión a fondo de sus obras, solo así tendrán la oportunidad de salir de la autopublicación a un fichaje que valga la pena. Las editoriales no solo se fijan en el puesto del ranking; también leen las obras, y algunas tienen un olfato natural para saber cuándo un libro puede tener futuro.
Y como dijera en alguna ocasión Jordi Díez en su blog: "la primera vez que una editorial me sentó en una mesa y me señaló los errores de mi novela, sentí lo mucho que me quedaba por aprender". Y para que lo haya dicho él… Es que corregir no solo se trata de fijarse en la sintaxis, la ortografía, la concordancia y la maquetación. Se trata de eliminar lo superfluo, las explicaciones lógicas, evitar los tópicos y las coletillas, estructurar la novela para que tenga una trama coherente… cualquiera puede escribir. Pero escribir bien es un poco más complicado. Y en Amazon hay muy buen material, pero en ocasiones fallamos en la técnica; es entonces cuando una buena editorial nos sirve de punto de apoyo. Les dejo el enlace, es una conversación muy instructiva: Blog de Jordie Díez.
Y ahora ustedes pensarán: ¿Qué se habrá creído Blanca para decirnos lo que tenemos que hacer?, ¡mi novela en cien veces mejor que cualquiera de las suyas! Y les doy toda la razón. Soy una más dentro del universo de miles de autores que desean ser leídos, pero quizá con un poquito más de suerte. Que eso también cuenta.
¡Hasta la próxima, amigos!